El Desperdicio Alimentario

¿Qué es el Desperdicio Alimentario?

Uno de los aspectos clave al abordar la problemática del desperdicio alimentario es la diferenciación entre los conceptos de “desperdicio alimentario”, “pérdidas alimentarias”, y “residuos alimentarios”. Aunque en ocasiones se utilicen como sinónimos, cada término tiene implicaciones distintas tanto en las políticas públicas (por ejemplo, si se actúa en campo o en el hogar), como en la medición y cuantificación de esta problemática (qué se mide y cómo).
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Desperdicio Alimentario

La parte de los alimentos destinada a ser ingerida por el ser humano y que termina desechada como residuo
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Pérdidas de alimentos

Productos agrarios y alimentarios que por cualquier circunstancia quedan en la propia explotación, ya sea reincorporados al suelo o utilizados para realizar compost in situ y cuyo destino final hubiera sido la alimentación humana.
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Residuos Alimentario

Todos los alimentos que se han convertido en residuos, entendiendo por ”alimento” cualquier sustancia o producto destinados a ser ingeridos por los seres humanos o con probabilidad razonable de serlo, tanto si han sido transformados entera o parcialmente como si no.

Por ejemplo, sería “pérdida alimentaria” un plátano que no se recoge del árbol y que por lo tanto nunca entra en la cadena alimentaria. Sería “residuo alimentario” un plátano comprado en un comercio pero que se estropea en casa y acaba en la basura. Y sería “desperdicio alimentario” únicamente la parte comestible de ese plátano que se tira (pero no la piel, por no estar destinada al consumo humano).

El Desperdicio Alimentario en cifras

En Navarra se desperdician más de 115.000 toneladas de alimentos cada año, y el 42% de este desperdicio ocurre en los hogares. Las frutas lideran la lista de alimentos más desperdiciados, con 7,5 kg por persona al año, seguidas de las verduras y hortalizas, con más de 3 kg por persona anualmente. Otros alimentos, como el pan fresco, la leche líquida y los productos lácteos, presentan cifras más bajas, pero aún significativas. Reducir este desperdicio es esencial para avanzar hacia una economía más sostenible, proteger los recursos naturales y mitigar el cambio climático.
La Agenda Navarra contra el Desperdicio Alimentario tiene como objetivo reducir este problema promoviendo hábitos de compra más responsables y una mejor planificación de los alimentos en los hogares.
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Prioridades en la reducción

La agenda se basa en la jerarquía de prioridades del desperdicio alimentario, con el siguiente orden de preferencia:

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Prevención

La prioridad es evitar que se genere desperdicio alimentario. Esto implica mejorar la planificación, distribución y consumo de alimentos, fomentar hábitos responsables en hogares y empresas, y sensibilizar a la ciudadanía sobre el valor de los alimentos.
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Aprovechamiento para consumo humano

Cuando no es posible prevenir, se prioriza la redistribución del alimento para consumo humano a través de la donación de alimentos y la transformación de los productos que no se han vendido pero que siguen siendo aptos para las personas.
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Aprovechamiento como subproducto

Si los alimentos ya no son aptos para el consumo humano, se promueve su uso como materia prima para alimentación animal, fabricación de piensos, u otras industrias.
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Gestión como residuos

Cuando los alimentos no pueden ser aprovechados de ninguna forma, se gestionan como residuos, siendo preferible la valorización material (compost y digerido para agricultura), seguida de la valorización energética (biogás, combustibles), y, como última opción, la eliminación. Esta fase queda fuera del alcance de la Agenda para Reducir el Desperdicio Alimentario, ya que no evita que se genere el residuo, sino que actúa una vez que este ya se ha producido.