Para mejorar tu calidad de vida con la enfermedad, tienes que tener un plan de cuidados realista y flexible.
Este plan debe incluir las siguientes medidas:
Tabaco: si fumo, dejar de fumar y, en general, utilizar espacios sin humo de tabaco.
Alimentación: comer de forma regular, 4 ó 5 comidas al día, un poco de todo, con una dieta baja en grasas y rica en frutas y verduras, así como tomar poca sal.
Ejercicio físico: hacer todos o casi todos los días al menos 30’- de ejercicio físico de intensidad moderada: caminar, nadar, bicicleta, etc.
Mantener el peso adecuado: Si se tiene sobrepeso, reducirlo poco a poco. Controlar el perímetro de la cintura.
Estrés: vivir con cierta calma. Identificar si aparecen señales de estrés e intentar reducirlo.
Toma de medicación: tomar la medicación que necesitas a la dosis y en la forma y horarios recomendados.
Realizar algunos controles: controlar la tensión arterial, el colesterol y la glucosa, conocer los valores adecuados y evaluar si los que obtienes en tus controles se corresponden con ellos.
Signos de alarma: saber reconocerlos bien y aprender qué tienes que hacer.
El personal de enfermería, medicina y trabajo social hace una función importante y te puede ayudar con tu plan.