El hospital de Navarra está conformado por un conjunto de pabellones de escasa altura que se distribuyen en un recinto ajardinado, originalmente cerrado con un muro que hoy puede verse en algunos tramos.
Se inicia su construcción en 1906, gracias a la donación de D.ª Concepción Benítez Ruiz, que en sus peticiones dice querer "construir un hospital en pabellones separados por jardines; aislar los sexos, las enfermedades, y cuando convenga y sea hacedero a los mismos pacientes; proporcionándoles a pedir de higiene, luz, aire y espacio; paseos vastos y alegres a los capaces de andar; y a los incapaces de tanto movimiento, a lo menos agradable y recreadora vista".
Así que desde el inicio ya se contempla el jardín como parte importante del hospital y del proceso de recuperación de los enfermos. Inicialmente se construyen los pabellones A, B, C y D, separados entre sí, que se unirán más tarde a través del edificio de entrada y el pabellón N. Posteriormente se han ido desarrollando con ampliaciones y construcción de pabellones nuevos. Actualmente se nombran con letras excepto algunos como el Azul y el Blanco.
Destacamos por su singularidad: