 
EL CLIMA es típicamente oceánico,
con gran abundancia de precipitaciones
asociadas a borrascas atlánticas
de distribución irregular a lo
largo del año. Su media de días
de lluvia es de 170 y la precipitación
media anual es de 1.700 mm. El invierno
es la época de máximas lluvias,
seguida del otoño y primavera,
con un mínimo estival poco acusado.
Si exceptuamos las cotas altas, las heladas
son escasas debido a la influencia oceánica.
La temperatura media anual se sitúa
en 13,8 ºC.
El relieve es montañoso, con acusados
desniveles, lo que unido a la elevada
pluviometría de la zona, determina
un claro dominio de la superficie forestal
y, dentro de ésta, del arbolado,
con predominio de las frondosas autóctonas.
La vegetación la forman bosques
de frondosas, roble pedunculado en los
fondos de los valles, roble pubescente
y principalmente hayas por encima de los
600 m. Las repoblaciones de pino insigne
son numerosas, desplazando en muchos casos
a las especies autóctonas. Son
muy extensas también las áreas
desprovistas de arbolado, que aparecen
cubiertas por una vegetación acidófila
dominada por brezos, argomas y helechales.
La Comarca Noroccidental, además
de ser forestal, presenta una gran vocación
ganadera que se sustenta en una gran superficie
de praderas naturales y pastizales. |