La consejera de relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, y el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, han firmado hoy en Madrid el convenio de colaboración por el que el Gobierno de Navarra y el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática se comprometen a seguir desarrollando el proyecto denominado “Fronteras de hormigón”, que, impulsado por el departamento de Relaciones Ciudadanas, tiene como objetivo recuperar las estructuras defensivas construidas durante el franquismo en el Pirineo navarro. El acto de la firma ha servido también para que la consejera Ollo proponga la constitución de un proyecto en torno al Fuerte San Cristóbal.

Así, la consejera de Relaciones Ciudadanas ha trasladado al Secretario de Estado de Memoria Democrática su proposición de establecer un grupo de trabajo en torno al Fuerte San Cristóbal, conformado por el departamento de Relaciones Ciudadanas del Gobierno de Navarra y la Secretaria de Estado de Memoria Democrática del mencionado Ministerio, en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática, recientemente aprobada. Asimismo, han abordado otras cuestiones contempladas en esta norma, como la retirada de simbología franquista y el Censo de Lugares de Memoria.

Durante el acto de la firma, Ollo ha destacado la importancia de la memoria y “su papel fundamental a la hora de construir una sociedad más justa y más democrática”. En este sentido, la consejera ha destacado el papel que juegan estos lugares en la transmisión intergeneracional. “Porque la memoria -ha dicho- es, ante todo, una cuestión de futuro y una herramienta indispensable para promover valores de respeto, tolerancia y libertad. Por eso, estos lugares son fundamentales a la hora de promocionar y transmitir conceptos de paz y convivencia, desde el recuerdo de lo ocurrido”. 

Fronteras de Hormigón

La iniciativa “Fronteras de hormigón” surgió con el propósito de aproximar a la ciudadanía a una de las manifestaciones represivas del régimen franquista, el trabajo forzado. Miles de estructuras militares, levantadas en primera instancia por prisioneros republicanos, fortificaron el Pirineo para evitar el ataque de los aliados en el marco de la II Guerra Mundial. 

Estas estructuras defensivas fueron comunes en la Europa de entreguerras, un periodo en el que la violencia se apoderó de la cultura occidental y que con la llegada de los fascismos adquirió una magnitud mucho más relevante. 

El acuerdo firmado hoy concreta que el Ministerio destinará 30.000 euros al diseño y la producción del proyecto expositivo “Frontera y represión” y asumirá la elaboración de una unidad didáctica relativa a los trabajos forzados y las estructuras de hormigón en el Pirineo. 

Por otra parte, establece que realizará una aportación máxima de 170.000 euros para, dentro de la línea de trabajo de redescubrimiento de búnkeres, la limpieza y adecuación de estas estructuras y sus accesos, y el diseño de paneles, itinerarios y folletos explicativos. Por otra parte, se llevará a cabo la coedición de un documental y se elaborará el catálogo de la exposición producida en torno a esta temática.

Por su parte, el Instituto Navarro de la Memoria aportará un máximo de 199.000 euros para realizar actuaciones como la adquisición de paneles y balizas indicativas, impresión de folletos o incorporación de itinerarios a la web www.espaciosdememoria.com 

Asimismo, además de coeditar el documental, llevará a cabo la localización y grabación de testimonios, y la investigación en archivos municipales. El convenio contempla también la difusión del proyecto expositivo y la organización de actividades relacionadas como los campos de voluntariado juvenil, visitas escolares y recorridos por las rutas de memoria e intercambios con centros educativos franceses.