LA
MITAD SUR
de Navarra tiene unas características
climáticas propias de zonas
semiáridas o áridas,
donde la ausencia prolongada de precipitaciones
provoca mermas importantes en los
rendimientos de los cultivos herbáceos.
Por eso, tradicionalmente se han desarrollado
áreas de regadío que,
en general, se limitaban a las vegas
y a las terrazas bajas de los principales
ríos navarros. Cabe destacar
en los últimos años
se ha hecho un gran esfuerzo para
la creación de nuevos regadíos
y mejora de los ya existentes.
En función de la disponibilidad
de agua, los regadíos se han
clasificado en permanentes,
cuando no hay problemas de suministro
de agua a lo largo del año
y eventuales
cuando el número de riegos
anual oscila entre 5 y 1 (e incluso
menos de 1 riego anual). Lógicamente
los cultivos en unos y otros regadíos
son completamente distintos, dominando
los hortícolas y frutales intensivos
en los permanentes y los cultivos
herbáceos extensivos, olivos
y almendros en los eventuales.
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Regadío
Permanente
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Regadío
Eventual
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