Los planes de ordenación cinegética establecen criterios y condiciones para el aprovechamiento cinegético de cada acotado durante un periodo de tiempo. Señalan qué especies, cuánto, dónde y de qué forma se puede cazar en cada coto.
Estos planes tienen normalmente una vigencia de cinco años y deben ser tramitados por el responsable de la gestión del coto y elaborados por un técnico universitario en materias relacionadas con la fauna silvestre.