29 de julio de 2021

El Departamento de Derechos Sociales destina 700.000 euros a paliar los efectos del COVID-19 en la caída de ingresos de los Centros Especiales de Empleo

En Navarra existen 16 centros que dan empleo a 2.150 personas, de las que un 84% tienen algún grado de discapacidad
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El Departamento de Derechos Sociales, a través del Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare, destinará 700.000 euros a paliar los efectos del COVID-19 en la caída de ingresos provocada en los 16 Centros Especiales de Empleo (CEE), en los que trabajan 2.150 personas, de las que un 84% tiene algún grado de discapacidad.

El Departamento de Derechos Sociales, a través del Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare, destinará 700.000 euros a paliar los efectos del COVID-19 en la caída de ingresos provocada en los 16 Centros Especiales de Empleo (CEE), en los que trabajan 2.150 personas, de las que un 84% tiene algún grado de discapacidad.

El objetivo de la convocatoria, que se publicará en el  BON a principios de agosto, es apoyar la viabilidad y mantener los puestos de trabajo de las personas con discapacidad que han prestado servicios en estos centros durante los meses de marzo a diciembre de 2020.

Contempla dos modalidades de subvención, incompatibles entre sí. O bien se subvencionará un porcentaje de los costes salariales para Centros Especiales de Empleo cuyas plantillas, bien en parte o en su totalidad, hayan estado fuera de situación de ERTE en algún momento entre el 16 de marzo y el 31 de diciembre de 2020, o una subvención en función de los resultados negativos antes de impuestos en el ejercicio 2020.

Importe de la subvención y gastos subvencionables

En el caso de solicitar la ayuda por el primer supuesto, se subvencionará el coste salarial correspondiente a personas trabajadoras con discapacidad de los Centros Especiales de Empleo por un importe igual al 10% del salario mínimo interprofesional, en proporción a la jornada efectivamente trabajada, durante los días transcurridos entre el 16 de marzo y el 31 de diciembre de 2020, siempre que la persona no haya estado en ERTE.

Se excluyen de este cálculo las personas que ya tienen subvencionado el 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), puesto que está establecido que las ayudas para el empleo de personas con discapacidad, en forma de subvenciones salariales, no pueden exceder del 75% de los costes subvencionables.

En el segundo supuesto, la subvención será igual al 80% del resultado negativo, antes de impuestos, que el Centro Especial de Empleo haya tenido en el ejercicio 2020, con un límite de 180.000€.

Compensaciones económicas destinadas a equilibrar su presupuesto

Este tipo de ayudas están contempladas en el Acuerdo de Gobierno de Navarra, de 4 de abril de 2012, por el que se declaran los Centros Especiales de Empleo de utilidad pública e imprescindibles. Dicho acuerdo establece la posibilidad de que puedan suscribir convenios bilaterales con la Administración Pública de Navarra, para poder recibir compensaciones económicas destinadas a equilibrar su presupuesto, o cumplir con dicha condición de utilidad pública e imprescindibles.

La paralización de la actividad productiva durante el primer semestre de 2020 debido a la declaración del estado de alarma, las restricciones sanitarias de determinados sectores y las importantes medidas de prevención exigidas para el desarrollo del trabajo, han provocado una reducción importante del volumen de negocios de la mayoría de empresas. Esta situación se ha agravado en los Centros Especiales de Empleo, especialmente perjudicados por esta crisis sanitaria y económica.

La especialidad de estas entidades, las dificultades que tienen sus trabajadores para desarrollar las tareas encomendadas, especialmente con las restricciones sanitarias, y sus reducidos nichos de mercado, han motivado la limitación o incluso la paralización total de su actividad, con el consiguiente perjuicio económico, y arriesgando su futura viabilidad económica.

Desde el 16 de marzo hasta el 31 de diciembre de 2020, como ha sucedido en numerosas empresas, los Centros Especiales de Empleo también han sufrido ERTE a lo largo de ese período. Sin embargo, han preferido rescatar del mismo a las personas con discapacidad trabajadoras, repercutiendo los efectos de la crisis sanitaria en sus cuentas.

Para mitigar el impacto económico que la pandemia ha causado en la actividad productiva de los Centros Especiales de Empleo desde el Servicio Navarro de Empleo- Nafar Lansare se apoya con esta convocatoria la viabilidad de estas entidades, paliando en parte sus pérdidas o subvencionando un porcentaje de los salarios, garantizando así el mantenimiento de sus puestos de trabajo

Un sector en auge con fuerte compromiso solidario y por el empleo

En los 16 CEE que existen en la Comunidad Foral trabajan actualmente 2.146 personas, de las cuales un 84% tienen algún grado de discapacidad, y son, por tanto, el principal instrumento de inserción en el empleo de estas personas. Se trata, por otra parte, de un sector de la economía social que ha crecido de manera significativa en los últimos años.

En 2021, además de las ayudas que se convocan ahora, estos centros cuentan con varias líneas de subvención del Departamento de Derechos Sociales, por un importe total de 14,6 millones de euros.

En cuanto al empleo generado, desde el año 2015 a la actualidad, el número de personas con discapacidad que trabajan en estos centros ha crecido un 20%. Igualmente, el presupuesto público destinado a su apoyo se ha incrementado casi un 100%, en gran parte dedicado a la mejora de las condiciones laborales del sector, cuyos salarios van asociados al aumento del Salario Mínimo Interprofesional.

La directora gerente del SNE-NL, Mirian Martón, ha expresado que “el comportamiento en el año 2020 de los Centros Especiales de Empleo, muestra, de manera elocuente el compromiso de estos centros por el empleo. A lo largo del pasado año –ha indicado- pese al parón de su actividad en determinados momentos, el empleo subvencionado creció un 1,6% en un contexto de caída general del empleo”.

“Nos ha parecido fundamental hacer un esfuerzo extraordinario para apoyar la viabilidad de estos centros tras la crisis de la COVID-19. Juegan un papel central en el empleo inclusivo de personas con discapacidad y la economía social, contribuyendo a disminuir las desigualdades sociales”, ha remarcado.