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El Guarderío de Medio Ambiente atendió 1.874 avisos de fauna herida y propuso para sanción 284 actividades con impacto en el medio natural
03 de junio de 2021
El Guarderío de Medio Ambiente atendió 1.874 avisos de fauna herida y propuso para sanción 284 actividades con impacto en el medio natural
El equipo de Basozainak/Guarderío de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra atendió a lo largo de 2020 un total de 1.874 avisos de fauna herida y realizó 284 actas de inspección con propuesta de sanción de actividades por su impacto en el medio natural. Estos son algunos de los datos de la Memoria 2020, que detalla el trabajo de un año marcado por las dificultades de la pandemia, pero con un balance positivo puesto que “en general, los trabajos han podido realizarse”, poniendo a prueba también la necesaria capacidad de adaptación, según se indica en la Memoria.
El equipo de Basozainak/Guarderío de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra atendió a lo largo de 2020 un total de 1.874 avisos de fauna herida y realizó 284 actas de inspección con propuesta de sanción de actividades por su impacto en el medio natural. Estos son algunos de los datos de la Memoria 2020, que detalla el trabajo de un año marcado por las dificultades de la pandemia, pero con un balance positivo puesto que “en general, los trabajos han podido realizarse”, poniendo a prueba también la necesaria capacidad de adaptación, según se indica en la Memoria.
El informe señala que, a partir de marzo, cuando fue declarado el estado de alarma y el confinamiento domiciliario, la determinación de servicios mínimos y la distribución del trabajo en presencial o no presencial condicionó en gran medida la actividad, pero también permitió “poner al día trabajos administrativos y documentales, así como realizar el Plan de Acogida online de los 31 Guardas nuevos recién incorporados”. La planificación y las medidas adoptadas han permitido lograr a día de hoy una tasa cero de contagios COVID-19 dentro de la actividad laboral.
Las labores principales del Guarderío durante el confinamiento fueron, entre otras, las de velar por el cumplimiento en el medio rural de las limitaciones aprobadas por el estado de alarma; realizar el seguimiento de las explotaciones forestales declaradas servicios esenciales, y, en general, realizar toda la labor ordinaria que las circunstancias permitieran. Para ello, se realizaron programaciones de trabajos a corto plazo y se continuó con el seguimiento de especies protegidas y la revisión de ordenaciones.
Tras la incorporación presencial de todo el equipo, señala la memoria, “se han intentado asumir todos los trabajos no realizados hasta esa fecha” y “podemos decir que se ha conseguido, excepto en aquellos casos que, por temporalidad, no ha sido posible, como, por ejemplo, los censos de especies que habitualmente se realizan en abril y mayo”.
La mayor parte de las tareas realizadas por el equipo, integrado en la Direccion General de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, se han llevado a cabo en colaboración y con las directrices de otros Servicios, principalmente el Servicio Forestal y Cinegético, el Servicio de Biodiversidad y el Servicio de Economía Circular y Cambio Climático, todo ellos pertenecientes al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente.
Basozainak/Guarderío de Medio Ambiente está integrado actualmente por 123 guardas –15 mujeres y 108 hombres-, coordinado por Ignacio Borda como Jefe de Sección y por Gloria Giralda Carrera, como directora del Servicio de Guarderío y Calidad Ambiental.
Se distribuyen en 11 demarcaciones repartidas por toda Navarra, diez de estas demarcaciones son territoriales y una transversal, integrando dentro de su equipo al Grupo de Actividades Acuáticas y al Grupo de Intervención en Altura.
Las funciones de Guarderío están definidas en el Decreto Foral 7/2019 y abarcan aspectos tan diversos como la colaboración en los inventarios, censos y trabajos de gestión en relación con la fauna y la flora, el informe y seguimiento de las repoblaciones forestales o la vigilancia del correcto ejercicio de la caza.
Impacto y calidad ambiental, emergencias y seguimientos de especies
Entre las acciones que detalla la Memoria se encuentran los trabajos en relación con el impacto ambiental de tendidos y aerogeneradores, centrados en la búsqueda de posibles animales muertos por esta causa, y el posterior envío de esta información a la Unidad Técnica competente.
Durante 2020 se han realizado 284 actas de inspección con propuesta de sanción; entre ellas, 40 sobre el control de actividades impactantes en el medio (Tendidos eléctricos, canteras) y 124 sobre actividades en el medio natural (caza, pesca, escalada, ocio).
En calidad ambiental, además del control de diferentes vertidos y de antiguos vertederos y espacios degradados para ver las necesidades de su restauración, se han vigilado también vertidos de escombros y se han llevado a cabo de manera rutinaria trabajos de vigilancia en la gestión de purines.
En emergencias ambientales se han recibido 1.874 llamadas referentes a fauna salvaje herida. 942 animales fueron recogidos vivos y 139 muertos, y todos ellos fueron trasladados al Centro de Recuperación de Fauna de Ilundain.
Respecto a los incendios, en los que el Guarderío tiene la competencia para la vigilancia del cumplimiento de las medidas preventivas establecidas, se ha realizado la detección y seguimiento, la valoración de los daños y la colaboración con los responsables de la extinción e investigación de causas, interviniendo en varios incendios de entidad en 2020, principalmente los de Artikutza, Cizur, Meoz, Los Arcos y Lerín.
En gestión forestal, el señalamiento, cubicación, entrega, seguimiento y reconocimiento del monte ocupa una parte muy importante del trabajo del Guarderío, así como el de la leña de hogares y el seguimiento de los trabajos forestales de entidades locales y agentes privadas.
Merece una mención especial el trabajo realizado en torno a la identificación de antiguas variedades autóctonas de castaño de fruto, siguiendo con el trabajo iniciado en 2019, con selección, toma de muestras y ensayos.
En sanidad forestal se continúa con el seguimiento de varias especies: Cydalima perspectalis, Thaumetopoea pityocampa, Iponomeuta padella, Lithosia uadra, Kermes ilicis, etc., además de la recogida, limpieza y cribado de semilla de boj.
En caza, además de autorizaciones y seguimiento y vigilancia en batidas y en palomeras se han completado las revisiones de los planes de ordenación cinegética de, entre otros, Aspurz, Jaurrieta, Urraúl Bajo, Monreal y Unciti y se ha continuado con el seguimiento de especies.
En el tema de medio fluvial, se ha continuado con el estudio sobre la evolución de la trucha y otras especies en nuestros ríos, que incluyen pescas eléctricas. Además, se ocupan de las repoblaciones con trucha triploide, de los informes sobre solicitudes para obras y del acompañamiento a las distintas actividades de pesca.
La educación ambiental ha sido uno de los ámbitos que más han sufrido debido a la pandemia, ya que debieron suspenderse todas las actividades a partir de marzo. En algunos casos, como la colaboración con el colegio de Ochagavía, las actividades previstas para 2020 se han retomado en 2021.
En hábitats y especies, el trabajo se ha centrado en las tareas generales de vigilancia de espacios naturales, que en 2020 han sufrido una mayor afluencia de turismo generándose aglomeraciones “y episodios de malestar en los pueblos, con malentendidos entre los visitantes y los habitantes del medio rural”.
Este campo se completa con los numerosos seguimientos de fauna protegida: rapaces y otras aves, mamíferos (sarrio, oso pardo, castor) y otros como anfibios (Rana dalmatina, rana pirenaica y sapillo pintojo) e invertebrados (Margaritifera auricularia y cangrejo autóctono).
También se han realizado seguimientos más generales y, en particular, el trabajo con especies invasoras: con visón americano y avispa asiática, (incluidos trampeos y eliminación de nidos) galápagos exóticos, mapache o cangrejo señal.