El Gobierno de Navarra ha defendido la necesidad de “tener una estrategia de país” para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por la Agenda 2030, impulsada por una gobernanza compartida entre administraciones que “que dé respuestas a la ciudadanía”.

El director general de Protección Social y Cooperación al Desarrollo, Andrés Carbonero, ha explicado la visión de Navarra en torno a los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) en el Foro Multiactor, convocado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y al que ha asistido su titular, Ione Belarra.

Carbonero, junto al responsable del Gobierno de Aragón, ha representado a las comunidades autónomas en un encuentro entre todos los actores implicados en definir la estrategia del estado frente a los retos de la Agenda 2030.

En el foro, el Ministerio ha reconocido la importancia “clave” de las comunidades autónomas en las políticas de transformación social, económica y medioambiental necesaria para afrontar los retos identificados en nuestro país en el marco de los ODS: la desigualdad, la pobreza, el desempleo, el envejecimiento y desequilibro territorial.

El representante del Gobierno de Navarra ha señalado la necesidad de transformar y modernizar las administraciones “para dar respuesta a los problemas de la ciudadanía, independientemente de quién sea la competencia”; este reto exigirá construir sistemas de gestión interoperables y modificar la cultura de trabajo por compartimentos estanco, “que también Navarra tendrá que acometer”.

En su intervención, Andrés Carbonero, también ha destacado el potencial planificador de la Agenda, “puesto que nos plantea la pregunta de qué tipo de sociedad queremos construir, a partir del diagnóstico de la situación de partida”. También ha destacado la concepción integral, universal, e indisociable de los ODS que implica una transformación en los modos de trabajar conjuntamente. “Nos obliga a una gobernanza multiactor y multinivel”, ha indicado, y ha puesto como ejemplo en el ámbito de la protección social, el sistema de garantía de ingresos en Navarra, que tiene por finalidad garantizar a las personas los recursos económicos suficientes para cubrir sus necesidades básicas cuando no pueden hacerlo por sus propios medios, con una dimensión económico – laboral.

El sistema de garantía de ingresos, como ejemplo de trabajo “multiactor”

En la Comunidad Foral este sistema se compone de distintas prestaciones económicas y medidas fiscales, unas sujetas a la normativa foral como la renta garantizada, las ayudas para la integración familiar y social, las ayudas extraordinarias de inclusión social, el apoyo económico para personas en ERTE, deducciones fiscales por pensiones de viudedad contributivas, por pensiones de jubilación contributivas y también no contributivas. A estas se suman otras prestaciones económicas de las entidades locales de Navarra (como son las ayudas para procesos de inclusión social y emergencia social) y las prestaciones económicas sujetas a normativa de la Administración General del Estado, como las pensiones no contributivas de jubilación y de invalidez, el bono social térmico o el Ingreso mínimo vital.

Carbonero ha repasado los hitos más sobresalientes en el proceso de implementación de la Agenda 2030 en Navarra. Entre ellos, la resolución del Parlamento de Navarra, de 2016, por la que insta al Gobierno de Navarra a analizar todas sus políticas públicas en clave de la Agenda; la constitución en 2017 de una comisión interdepartamental con dicho objeto; la definición, en 2019,  de la batería de indicadores para su seguimiento; el pacto de legislatura de los partidos que sustentan al Gobierno de Navarra, en el que se recoge como uno de los ejes estratégicos del mismo la Agenda 2030; el primer informe voluntario de progreso llevado a cabo en 2020 y el Plan Reactivar Navarra diseñado bajo los principios, objetivos y metas de la Agenda.

Cabe recordar que el Ejecutivo Foral presentó a principios de año las conclusiones del informe de seguimiento de los ODS, según el cual mejora en 45 de los 104 indicadores del desarrollo sostenible analizados desde la situación de partida en 2015, aunque “el avance es lento” y más cualitativo que cuantitativo.