06 de octubre de 2020

El Consejo de Bienestar Social de Navarra da al visto bueno a la nueva norma sobre sujeciones físicas y farmacológicas en centros residenciales y que afectará a más de 8.000 personas

La norma refuerza los derechos de los y las residentes atendidas, amplía su ámbito de aplicación a las residencias de enfermedades mentales y se adapta al modelo de atención centrada en la persona

Los consejos de Bienestar Social, de Mayores y de Discapacidad han dado hoy el visto bueno a una nueva regulación del uso de sujeciones físicas y farmacológicas, que será de aplicación para los centros residenciales de discapacidad, mayores y enfermedad mental de Navarra, que atienden a 8.032 personas, y  que funcionan en el marco de la Cartera de Servicios Sociales.

La nueva regulación, que el Gobierno de Navarra está elaborando, tiene como principal novedad la extensión del ámbito de aplicación a los centros de día y residenciales para personas con enfermedad mental, que en la norma vigente aprobada en 2011 quedaban fuera. Además, el nuevo decreto foral, que se espera que entre en vigor a mediados de 2021, se adapta a la metodología de atención centrada en la persona, que impulsa el Departamento de Derechos Sociales.

Además, el borrador del proyecto también amplía la definición de sujeciones y se especifican los distintos tipos. De este modo, las barandillas pasan a ser incluidas entre las sujeciones, al mismo tiempo que se amplía el personal sanitario que puede prescribir su uso, hasta ahora reservado a personal médico. Con la nueva norma, podrán determinar la oportunidad de su uso profesionales de enfermería, terapia ocupacional o fisioterapia.

En las sujeciones físicas también se regulan las “salas de contención” y se indica que “deben reunir condiciones de seguridad y confort, así como el requerimiento de prescripción médica para su uso”.

Respecto a los fármacos psicotrópicos, se incide en la importancia de llevar un registro en el Plan de Atención Individualizada y/o en historia clínica, donde se haga constar, en el caso de los tratamientos de larga duración, tanto el  período previsto de prescripción, como la periodicidad de la revisión.

Más de 8.000 personas atendidas en Navarra

La aplicación del nuevo decreto foral afectará a 72 residencias y 19 centros de día de personas mayores;  11 centros residenciales, 6 centros de día y 13 pisos funcionales para personas con discapacidad; y 4 centros residenciales, 6 centros de rehabilitación psicosocial y 26 pisos tutelados o supervisados para personas con trastorno mental grave.  Mejorará la atención de un total de 8.032 personas que hacen uso de estos servicios residenciales permanentes o centros de día. De ellas 6.448 son mayores, 911 personas con discapacidad y 673 personas con enfermedad mental.

El proyecto de decreto foral ha recorrido varias fases en su proceso de elaboración. En primer lugar, fue remitido a los distintos departamentos y tratado especialmente con el Departamento de Salud; fue sometido a exposición pública en el Portal de Trasparencia de Gobierno de Navarra y este martes se ha sometido a dictamen de los consejos de Personas Mayores, de Personas con Discapacidad y de Bienestar Social, que lo han aprobado por unanimidad.

“Un avance necesario”

La consejera de Derechos Sociales, Mª Carmen Maeztu, ha valorado la nueva regulación como “un avance necesario para una atención digna y respetuosa con los derechos humanos de las personas con enfermedad mental, con consonancia con las recomendaciones de Naciones Unidas y el Manifiesto de Cartagena”.

Además, Maeztu ha destacado que el nuevo decreto establece los principios básicos sobre los que se han de sustentar y orientar el uso de sujeciones. “Es muy importante que incorpore la búsqueda de alternativas que reduzcan el uso de las sujeciones”, ha señalado.

La responsable del departamento ha recordado que la Ley Foral de Servicios Sociales establece como uno de los derechos de las personas usuarias de servicios residenciales el de no ser sometidas a ningún tipo de inmovilización o de restricción física o tratamiento farmacológico, salvo prescripción facultativa y bajo supervisión. “La sujeciones deben ser la última alternativa, cuando el resto falla o existe un peligro inminente para la seguridad física de la persona o terceras personas” ha  recalcado.

Asimismo, Maeztu ha recordado que “Navarra fue pionera en regular y establecer condiciones estrictas para la contención física y química en los centros residenciales de  discapacidad y mayores. Teníamos pendientes ampliar dicha  regulación a los centros de enfermedad mental que gestionamos. Con la aprobación de este decreto cumplimos este compromiso. Sin duda damos un gran paso para garantizar los derechos de las personas usuarias de servicios residenciales y, en particular, a las personas con enfermedad mental”.

Modelo de atención centrado en la persona

La nueva regulación atiende al modelo de “atención centrada en la persona” que el Departamento de Derechos Sociales, en colaboración con los centros, viene implementando en Navarra.

Este enfoque, internacionalmente reconocido,  implica reconocer la singularidad y unicidad de la persona y fijar la mirada en sus capacidades frente a aquello que la hace dependiente, apoyando su autodeterminación.

La idea de poner a la persona en el centro, respetar siempre que se pueda sus decisiones, preferencias y opciones personales, “adaptar el centro a las personas y no las personas al centro”, son elementos claves para orientar todas las actuaciones que se desarrollen en los servicios a los que se refiere este proyecto de decreto foral.

En coherencia con este modelo, cada persona deberá tener un Plan de Atención Individualizado donde se especificará la pauta de control, así como de la sujeción, el objetivo perseguido y el plazo estimado para lograrlo.

Dicho Plan contendrá también aquellos efectos negativos previsibles y evitables, mientras que la ficha de prescripción y seguimiento deberá recoger las situaciones previas que han motivado la necesidad de utilización de sujeciones para su valoración en el equipo multidisciplinar.