21 de mayo de 2020

Navarra subraya el papel de las turberas en el Día Europeo de la Red Natura 2000, la mayor red ecológica del planeta

En un contexto de cambio climático, estos importantes ecosistemas almacenan el 30 % del carbono terrestre
Turbera de Belate 
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En una nueva edición del Día Europeo de la Red Natura 2000,  el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente subraya  especialmente el papel de las turberas  y medios turbosos como  ecosistemas  fundamentales  que almacenan el 30 % del carbono terrestre, lo que, dada su labor como sumidero de CO2, reviste relevancia especial en un contexto de cambio climático.

La Red Natura 2000, que conmemora su día hoy 21 de mayo, es la red de áreas de conservación de la biodiversidad en la Unión Europea para la protección de las especies y los hábitats más amenazados de Europa y es la mayor red ecológica del planeta. Navarra tiene un 27% de su territorio integrado en ella, con 281.000 hectáreas y más de 40 espacios naturales de importante valor ecológico.

Está conformada por Zonas Especiales de Conservación (ZEC) establecidas de acuerdo con la Directiva Hábitat, y por Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), designadas en virtud de la Directiva Aves. Su finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los tipos de hábitat en Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad.

Ente las acciones de protección y conservación de la biodiversidad que conlleva la pertenencia a Red Natura, este año  se destaca el trabajo del proyecto LIFE Tremedal (2012-2020) en el  que participan el Departamento y  la empresa pública Gestión Ambiental de Navarra (GAN-NIK), y cuyo objetivo es conservar y restaurar las turberas y medios turbosos más importantes del territorio navarro.

Las turberas, esenciales para la biodiversidad y la información paleoambiental

Las turberas son zonas de terreno con suelos permanentemente encharcados, bajas temperaturas y aguas ácidas y pobres en nutrientes, condiciones ecológicas  muy particulares que  limitan los procesos de descomposición de la materia orgánica, lo que hace que ésta se acumule en forma de turba. Estas mismas condiciones resultan limitantes para las especies, y hacen que se encuentren algunas plantas y animales especialmente adaptadas y en ocasiones especies protegidas, por lo que son consideradas de especial importancia para la conservación de la biodiversidad.

Los depósitos orgánicos que albergan las turberas contienen importantes concentraciones de restos vegetales fósiles en buen estado de conservación, por lo que se convierten también en una de las principales fuentes de información para los estudios paleoambientales, sobre la vegetación, el clima y el paisaje de estas zonas desde hace miles de años. El análisis de estos sedimentos fósiles se ha revelado como una de las principales herramientas para reconstruir la vegetación desde las glaciaciones cuaternarias hasta el presente.

La mayor superficie de turberas se encuentra en el norte de Europa y América, donde ocupan amplias áreas del territorio. Hacia el sur son cada vez más escasas pero, a pesar de sus pequeñas dimensiones, albergan una gran diversidad de especies propias, puesto que las turberas del norte permanecieron cubiertas de hielo durante las glaciaciones. De este modo, funcionan como auténticos reservorios de especies y de ahí la  importancia de su estudio y de conocer su comportamiento en lo que se refiere a las emisiones de gases con efecto invernadero en condiciones de cambio climático, crucial para entender cómo pueden responder otras turberas del continente europeo.

En Navarra, puede citarse por su importancia  la turbera de Arxuri (Ibainetako Zelai), en Baztan, en excelente estado de conservación, y que alberga numerosas especies de flores recogidas en el Catálogo  de Flora Amenazada de Navarra. También el puerto de Belate alberga uno de los depósitos de turba más importantes de Navarra, con casi 4 metros de profundidad.

Ponencia online de Mari Jose Iriarte en LIFE Tremedal

Con motivo de la celebración de esta edición del Día Europeo de la Red Natura 2000,  Mari José Iriarte, investigadora de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea y miembro de Ikerbasque; responsable de gran parte de los estudios paleo ambientales realizados en los últimos años en Navarra, presentará online en la web del proyecto LIFE Tremedal  una ponencia que recogerá todos estos aspectos, y  detallará la situación y valores de las turberas en Navarra. 

También está prevista, para cuando la situación generada por la COVID-19 lo permita, una visita a estas turberas para conocer in situ  los principales hallazgos de estos estudios.

Hasta finales de la década de los 80 del siglo pasado, los estudios paleo climáticos y paleo ambientales eran escasos en Navarra, pero en los últimos 30 años se han ido adoptando nuevos métodos y tecnologías que permiten avanzar en estos campos, vinculando además investigaciones históricas con conocimientos del medio ambiente actual. En los últimos años, se vienen estudiando los registros obtenidos en depósitos orgánicos de turba para poder disponer de información a una escala regional.