18 de diciembre de 2019

Salud implanta la Impresión 3D con fines médicos

Esta tecnología permite trabajar a los y las facultativas con modelos idénticos a los órganos de pacientes que van a ser operados
De izda. a dcha: Sara Lizarbe, ingeniera biomédica; Saioa Solchaga, 
radióloga cardiovascular; José Manuel Alves, ingeniero biomédico; Amelia 
Albarracín, coordinadora TER; Javier Sáenz, radiólogo de abdomen; Natalia 
Álvarez de Eulate, jefa de la Sección de Radiología Musculoesquelética y 
Luis Miranda, jefe del Servicio de Radiología del CHN.
De izda. a dcha: Sara Lizarbe, ingeniera biomédica; Saioa Solchaga, radióloga cardiovascular; José Manuel Alves, ingeniero biomédico; Amelia Albarracín, coordinadora TER; Javier Sáenz, radiólogo de abdomen; Natalia Álvarez de Eulate, jefa de la Sección de Radiología Musculoesquelética y Luis Miranda, jefe del Servicio de Radiología del CHN.  Descargar imagen Ver galería de imágenes

La Sección de Innovación y Organización del SNS-O, el Servicio de Radiología del Complejo Hospitalario de Navarra y el Servicio de Infraestructuras del SNS-O han puesto en marcha la impresión 3D con fines médicos, una técnica novedosa con múltiples aplicaciones en medicina y cirugía.

Ingenieros biomédicos y médicos radiólogos trabajan ya en el diseño de modelos tridimensionales idénticos a los órganos de los pacientes que van a ser sometidos a cirugía. Son pacientes a los que se ha practicado un TAC (tomografía computarizada) o una resonancia magnética y cuyas imágenes se procesan mediante software específico para obtener el modelo del órgano deseado. Con este fin, el Departamento de Salud adquirió en el mes de mayo una impresora 3D con tecnología FDM (modelado por deposición fundida) que se ha instalado en el Servicio de Radiología del Complejo Hospitalario de Navarra(CHN).

Las piezas pueden corresponder a huesos de extremidades, huesos de la cara, columna vertebral, órganos como el hígado, riñón o corazón, prácticamente todas las partes del cuerpo pueden reproducirse mediante esta técnica. Una vez obtenidos, los modelos se entregan al cirujano o traumatólogo, quien puede examinarlos y manipularlos directamente y que mejora la planificación quirúrgica y reduce el tiempo de la operación.

Hasta el momento se han realizado una veintena modelos, pero las solicitudes van aumentando y se espera que en poco tiempo se convierta en una técnica habitual en la práctica clínica.