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Salud y el Colegio de Farmacéuticos de Navarra impulsan una nueva acción conjunta para la administración segura del antiviral brivudina que trata el herpes zóster
13 de agosto de 2019
Salud y el Colegio de Farmacéuticos de Navarra impulsan una nueva acción conjunta para la administración segura del antiviral brivudina que trata el herpes zóster
El Departamento de Salud del Gobierno de Navarra y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Navarra han puesto en marcha una nueva acción conjunta para la administración segura del antiviral brivudina que se utiliza para tratar el herpes zóster. Su toma simultánea o no distanciada en el tiempo con ciertos medicamentos utilizados para el tratamiento de algunos tipos de cáncer y problemas de piel, queratosis actínica entre otros, pueden provocar consecuencias graves para el paciente, ocasionando incluso la muerte en algunos casos.
Se trata de la tercera iniciativa de ‘Errores Cero’, la campaña que ambas entidades llevan a cabo desde 2018 para prevenir errores en la medicación. La primera iniciativa se centró en el metotrexato oral y, la segunda, en el ácido valproico.
Interacción potencialmente mortal
La campaña actual se concreta en el antiviral brivudina, autorizado en algunos países europeos para el tratamiento del herpes zóster en pacientes inmunocompetentes. El objetivo es prevenir su interacción potencialmente mortal con ciertos medicamentos antineoplásicos, en concreto, los que contienen 5- fluoropirimidinas, utilizados para el tratamiento de algunos tipos de cáncer y de problemas de piel (queratosis actínica).
A pesar de que esta interacción está detallada en la ficha técnica, en el prospecto y en el envase de Nervinex®– único medicamento comercializado actualmente en España que contiene brivudina-, en los últimos años se han notificado, al Sistema Español de Farmacovigilancia, casos de errores producidos por la toma simultánea o no distanciada de ambos medicamentos que han tenido consecuencias graves para el paciente, ocasionando incluso la muerte en algunos casos.
Una de las posibles causas de estos nuevos casos, según apunta
Por ello, desde el Departamento de Salud y el Colegio de Farmacéuticos de Navarra se incide en la importancia de prevenir esta interacción no solo evitando el uso simultáneo del antiviral y las 5-fluoropirimidinas, sino también distanciando ambos medicamentos un mínimo de cuatro semanas tras la finalización del tratamiento con brivudina.
Ayuda del farmacéutico
Gracias a esta nueva acción de la campaña ‘Errores cero’, el farmacéutico contará con una lista de comprobación (‘check list’) que le permitirá detectar los posibles riesgos en pacientes con prescripción de Nervinex® (brivudina).
Asimismo, dispondrá de una tarjeta informativa para ayudar al paciente a identificar los antineoplásicos susceptibles de interacción, ya que se incluirán imágenes de los envases.
La idea es que el farmacéutico revise con el paciente toda esta información relevante con el fin de garantizar su seguridad, haciendo especial hincapié en el tiempo que ha de transcurrir entre el fin del tratamiento con el antiviral y el comienzo de un medicamento con 5-fluoropirimidina. Por ello, si se estima que en un plazo breve de tiempo el paciente puede recibir tratamiento con una 5-fluoropirimidina, el farmacéutico le entregará la tarjeta para que anote en ella el fin del tratamiento con brivudina en un recuadro rojo.
Por último, desde la farmacia se advertirá también de la contraindicación del uso de Nervinex® en el embarazo, y la importancia de respetar las dosis y pautas propias del medicamento, es decir, no prolongar el tratamiento más de una semana.
Campaña Errores Cero
La campaña ‘Errores cero’ nace con el fin de mejorar la seguridad de cada paciente, un objetivo prioritario tanto para el Centro de Farmacovigilancia del Gobierno de Navarra y para el Colegio Oficial de Farmacéuticos.
La iniciativa se enmarca en
Los errores de medicación (EM) representan un importante porcentaje de los problemas de seguridad prevenibles relacionados con la asistencia sanitaria. Por eso, las estrategias para prevenir los errores de medicación deben ser compartidas por todos los profesionales de salud implicados en la cadena de utilización del medicamento, y también por el propio paciente, que debe implicarse en el conocimiento de su medicación y en su propia seguridad.
En este marco, la farmacia comunitaria es el último punto de contacto del paciente con el sistema sanitario y le otorga un papel clave a la hora de reforzar algunas de las medidas de prevención de riesgos que el paciente debería conocer. Por lo tanto, el objetivo es priorizar anualmente uno o varios medicamentos de alto riesgo y elaborar material informativo para profesionales de la farmacia y para la ciudadanía, con el fin a contribuir a una mejor comprensión de las condiciones de uso y, asimismo, mejorar la seguridad del paciente