31 de mayo de 2019

Con el nuevo Mecenazgo Social, las donaciones a entidades sociales con derecho a deducción aumentaron hasta los 16,3 millones en 2018

64 entidades sociales se vieron beneficiadas por estas donaciones que realizaron un total de 67.820 contribuyentes
El vicepresidente Laparra durante la presentación de los datos de Mecenazgo 
Social.
El vicepresidente Laparra durante la presentación de los datos de Mecenazgo Social.  Descargar imagen Ver galería de imágenes

El vicepresidente, en funciones, de Derechos Sociales, Miguel Laparra, ha presentado hoy los datos del Mecenazgo Social correspondientes al ejercicio 2018. Este nuevo modelo entró en vigor en 2017 para incentivar, a través de ventajas fiscales, las aportaciones económicas de la ciudadanía y las empresas a las entidades sin ánimo de lucro que trabajan en el ámbito de los servicios sociales, la cooperación al desarrollo o la igualdad entre hombres y mujeres.

De acuerdo con la información analizada por la Hacienda Tributaria de Navarra, estas donaciones han ascendido en 2018 a 16.335.304 euros, lo que supone un 3% más que las realizadas en el año anterior, primer año de su puesta en marcha. En comparación con el mecanismo anterior, del Sello Socialmente Comprometido, esta cuantía se ha multiplicado casi 5 veces respecto de las donaciones deducibles al comienzo de la pasada legislatura, en 2015 (3,3 millones).

El 63% de estas donaciones han sido realizadas por personas físicas frente a un 37% de donaciones realizadas por empresas. Así pues, los particulares, la ciudadanía, han contribuido más que las empresas al desarrollo de las actividades de las entidades sociales.

El número de contribuyentes que han aportado sus donaciones a estas entidades sociales se ha elevado en 2018 hasta 67.820, lo que supone un crecimiento del 28% respecto del año anterior y del 189% respecto de 2015 (23.477 contribuyentes, entonces). También han aumentado de forma significativa las entidades beneficiarias de las donaciones, que eran 19 en 2015 y pasaron a ser 45 con el nuevo sistema en 2017, mientras que en 2018, eran 64 entidades sociales, 3,4 veces más.

También las cuantías medias que han donado todos estos contribuyentes en su conjunto han aumentado significativamente respecto del sistema anterior, alcanzando prácticamente los 300 euros en 2017, frente a los 141 de 2015, aunque en el último año, la cuantía media se ha reducido en 59 euros.

En términos fiscales estas donaciones han generado una deducción de 5,3 millones de euros en 2017 (los datos de 2018 se conocerán una vez finalizada la campaña de la renta actualmente abierta). Cabe recordar que el coste fiscal del Sello Socialmente Comprometido era de 0,58 millones, es decir, prácticamente una décima parte.

En la mayor parte de los casos, un 69% de los y las donantes, se aportan pequeñas donaciones inferiores a los 150 euros, lo que se denomina “micromecenazgo”, frente a tan solo el 2% de contribuyentes que realizan donaciones superiores a los 1.000 euros. El “micromecenazgo” es lo que más ha aumentado en 2018: 9.468 donantes más, con un aumento del 26% en las cantidades donadas, hasta alcanzar los 3,6 millones. Por contra, las donaciones superiores a los 1.000 euros, aunque han aumentado en 109 contribuyentes, han aportado 1,7 millones menos llegando en 2018 a 6,7 millones, un 20% menos.

La mayoría de donantes dirigen su apoyo hacia entidades sociales que desarrollan programas en diversos ámbitos de los servicios sociales: el 44% de los donantes que suponen el 37% del importe. En segundo lugar, destaca la cooperación para el desarrollo, con un 25% de donantes, aunque prácticamente con el mismo importe que el anterior: 35,5%. Entre los ámbitos específicos de servicios sociales, destaca el de la discapacidad, con un 20% de los donantes, aunque con menor importe: un 11,5% del total.

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En el año 2018, el incremento de las donaciones se ha producido de forma destacada en el ámbito de la cooperación al desarrollo, con más del doble de donantes respecto de 2017 y un aumento de un 68% de recaudación (2,4 millones más). También ha sido importante en el ámbito de la discapacidad, que han captado un 44% más de donantes y un 42% más de recursos. Las entidades genéricas de servicios sociales han aumentado un 4% los donantes, pero han visto reducidas significativamente las aportaciones totales en 2,6 millones (-30%).

A la luz de estos resultados, Laparra ha valorado muy positivamente el impacto que ha tenido la reforma realizada con la Ley Foral de Mecenazgo Social ya que, “ha estimulado el compromiso solidario que tiene el conjunto de la ciudadanía en Navarra, ha llegado a muchas más entidades sociales y les ha permitido desarrollar sus actividades propias con plena libertad y autonomía en la gestión de estos recursos”. Además, ha añadido que, “se trata de un nuevo modelo que está lejos del condicionamiento político y las constricciones administrativas que representaba anteriormente el Sello Socialmente Comprometido, frente al cual, la mayoría de las entidades se habían mostrado contrarias. Este nuevo modelo aparece a partir de las propuestas de las propias entidades que colaboraron ampliamente en el grupo de trabajo constituido al efecto en el seno del Consejo Navarro de Bienestar Social”.

CERMIN, la Red Navarra de Lucha contra la Pobreza, la coordinadora de ONGD de Navarra y REAS, conjuntamente con una representación del Departamento de Derechos Sociales, el Instituto Navarro para la Igualdad y la Hacienda Tributaria de Navarra, fueron los organismos que participaron en ese grupo de trabajo.

Deducciones fiscales

Para las personas físicas, la deducción fiscal en su declaración del IRPF es del 80% para los 150 primeros euros donados a entidades sociales y del 35% a partir de esa cantidad. A nivel nacional, estas deducciones son del 75 y el 30%, respectivamente, y solo para donaciones efectuadas a entidades declaradas como de utilidad pública.

Por su parte, en el Impuesto de Sociedades, los sujetos pasivos que han realizado donaciones a las entidades beneficiarias tienen los siguientes beneficios fiscales: para la determinación de la base imponible, los importes de las cantidades donadas tienen la consideración de partida deducible; y, además, tienen derecho a practicar una deducción de la cuota líquida del impuesto del 20%. Si se comparan estos beneficios fiscales con los establecidos para el extinto Sello "Socialmente Comprometido" se observan mayores incentivos para las pequeñas donaciones, el llamado “micromecenazgo”. Así, en el caso del antiguo Sello, las deducciones en el IRPF eran siempre del 40%, en cambio ahora son de hasta el 80% en los primeros 150 euros.

Entidades reconocidas

Estos incentivos fiscales del Mecenazgo Social se aplican a las donaciones que se efectúan a las entidades beneficiarias, que hayan obtenido por parte del Departamento de Derechos Sociales o del Instituto Navarro para la Igualdad el preceptivo reconocimiento por haber recibido algún tipo de financiación pública para el desarrollo de servicios en el ámbito de los servicios sociales, la cooperación al desarrollo o la igualdad entre mujeres y hombres.

Deben ser entidades sin ánimo de lucro y estar constituidas como fundaciones, asociaciones declaradas de interés público, ONG inscritas en el correspondiente registro del Ministerio o cooperativas de iniciativa social, así como las federaciones y asociaciones de las entidades anteriores. Asimismo, tienen que haber realizado actividades en Navarra durante los últimos cuatro años, destinar al menos el 70% de las rentas e ingresos percibidos a fines de interés general, y cumplir las obligaciones de la Ley Foral de la Transparencia y del Gobierno Abierto.

El modelo introdujo una notable simplificación de los trámites administrativos y la eliminación de criterios discrecionales, tanto a la hora de exigir documentación acreditativa en el primer reconocimiento como para la renovación prevista cada año, ya que se trata de entidades sociales conocidas por las distintas unidades del Gobierno de Navarra y que colaboran habitualmente con diversos programas públicos. Esta simplificación ha posibilitado el aumento de entidades beneficiarias y por tanto, también de las deducciones fiscales aplicadas.

“Junto con el importante aumento de las subvenciones a entidades sociales, que se han duplicado en el conjunto de la legislatura, y la aprobación de la Ley Foral de Conciertos Sociales que establece una nueva relación de colaboración con ellas, con el nuevo modelo de Mecenazgo Social se ha tratado de construir ’una alianza estratégica con el tercer sector en el ámbito de los servicios sociales’, tal y como recoge el recientemente aprobado Plan estratégico de Servicios Sociales”, ha afirmado Laparra, y ha concluido diciendo que, “a través de ese acuerdo se potencian las actuaciones de estos servicios, ya que han tenido y tienen una función insustituible en la atención a los sectores más vulnerables”.