El Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local ha editado una guía de criterios para la integración paisajística de actividades extractivas en Navarra. Con ella se inicia una colección de carácter técnico-divulgativo que tendrá continuidad con otras similares, que buscan orientar la planificación y el desarrollo de aquellos proyectos y actividades con capacidad de transformación paisajística y territorial. Esta línea de trabajo se considera “imprescindible” para garantizar que en su materialización se cumplan los objetivos y criterios determinados en los trabajos de escala más amplia.

En concreto, el objetivo de esta primera guía es servir de herramienta para evitar el deterioro del paisaje que pueden generar las zonas de extracción en todas las etapas del ciclo de vida de los proyectos mineros; desde la búsqueda de un emplazamiento óptimo hasta la clausura y cierre de la explotación, pasando por el diseño, construcción de instalaciones e infraestructuras y la explotación de los yacimientos.

A lo largo de sus 136 páginas, la guía ofrece puntos de reflexión, pautas y recomendaciones para facilitar la definición de objetivos de calidad paisajística claros, justificados y ajustados a la realidad de cada proyecto y entorno. También se integran principios generales de actuación, ilustrados a través de un catálogo de criterios y medidas de integración paisajística, a partir de los cuales acometer el desarrollo del proyecto y la ejecución de las soluciones más adecuadas a cada caso.

La publicación, obra de Carmen Mataix González y Nacho Díez Torrijos, se puede adquirir al precio de 12 euros en el Fondo de Publicaciones del Gobierno de Navarra.

El paisaje, instrumento clave de planificación

Según indica en la presentación la directora general de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Eva García Balaguer “el paisaje es un instrumento clave para la planificación territorial y urbanística, así como para el desarrollo de la evaluación territorial. Conocer y valorar el paisaje es imprescindible para obtener una visión integral del territorio, evitando los análisis parciales del espacio geográfico”.

La directora general recuerda que el Convenio Europeo del Paisaje, aprobado en Florencia en 2000 y vigente en España desde 2008, estableció el concepto de paisaje como “cualquier parte del territorio tal como lo percibe la población, y cuyo paisaje sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos”. Es decir, el paisaje engloba la totalidad del territorio: las áreas naturales, rurales, urbanas y periurbanas; las zonas terrestres y las aguas interiores; los paisajes excepcionales, los cotidianos y los degradados.

En este sentido, García Balaguer destaca también que “el paisaje, además de pieza clave en la ordenación del territorio, es un elemento imprescindible y eje transversal en el desarrollo de las políticas sectoriales y de las actividades con incidencia en el medio. Así, el paisaje es el reflejo de la estructura y organización territorial y desempeña un papel importante en el ámbito cultural, ecológico, ambiental, social y económico”.