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Recursos de rehabilitación psicosocial
Recursos de rehabilitación psicosocial e intervención comunitaria
Equipos de Intervención Sociocomunitaria y Centros de Rehabilitación Psicosocial

Las personas que sufren problemas de salud mental graves y crónicos como esquizofrenia, trastornos maniaco-depresivos, trastornos paranoides u otras psicosis, presentan una compleja problemática socio-sanitaria que afecta a otros aspectos de su vida como su funcionamiento psicosocial, su integración social y laboral y su participación en la comunidad. Ello hace imprescindible ofrecer no sólo tratamiento psiquiátrico sino también programas y servicios de rehabilitación psicosocial y apoyo social, que les ayuden a recuperar y adquirir las capacidades y habilidades necesarias para vivir y relacionarse en comunidad.
Equipos de Intervención Sociocomunitaria y Centros de Rehabilitación Psicosocial
Las personas que sufren problemas de salud mental graves y crónicos como esquizofrenia, trastornos maniaco-depresivos, trastornos paranoides u otras psicosis, presentan una compleja problemática socio-sanitaria que afecta a otros aspectos de su vida como su funcionamiento psicosocial, su integración social y laboral y su participación en la comunidad. Ello hace imprescindible ofrecer no sólo tratamiento psiquiátrico sino también programas y servicios de rehabilitación psicosocial y apoyo social, que les ayuden a recuperar y adquirir las capacidades y habilidades necesarias para vivir y relacionarse en comunidad.
Equipos de Intervención socio-comunitaria
Los Equipos de Intervención socio-comunitaria realizan un servicio social en medio abierto (intervención en la calle), que ofrece atención domiciliaria y apoyo social a las personas con trastorno mental grave en su propio entorno comunitario. El objetivo es que puedan mantenerse en su residencia habitual, mejorando la convivencia familiar y evitando situaciones de riesgo de marginación o de institucionalización (internamiento permanente en centros).
Las personas usuarias se derivarán a este servicio desde los Centros de Salud Mental, y el servicio se presta con diferentes intensidades, durante periodos de tres horas a la semana, hora y media semanal o una vez cada quince días, según las necesidades.
Con estas intensidades se desarrollan actividades: de estimulación cognitiva, psicoeducación (autocontrol y manejo del estrés), ayuda a la integración comunitaria, autocuidado y apoyo en las actividades de la vida diaria, educación sobre la enfermedad, habilidades sociales y manejo del dinero, habilidades de trabajo y ajuste personal y asesoramiento, orientación y apoyo familiar.
La intervención de este servicio se lleva a cabo en la residencia habitual de las personas con trastorno mental grave o en su entorno comunitario.
Aprendizajes
Con el fin de ayudarles a desarrollar, mantener o instaurar los conocimientos, destrezas y habilidades que les permitan mejorar sus capacidades y manejarse de un modo autónomo e independiente, los Equipos desarrollan programas de:
Autocuidado y actividades básicas e instrumentales de la vida diaria que incluye aspectos como el vestido e higiene personal, alimentación y preparación de comidas, realización de tareas domésticas, manejo del dinero, realización de compras, gestiones y trámites, uso de medios de transporte y desarrollo de hábitos saludables (nutrición, sueño, ejercicio físico, detección y prevención de enfermedades, etc.).
Psicoeducación y prevención de recaídas, que ofrece formación clara y asequible sobre su enfermedad, sobre factores de riesgo que inciden en la probabilidad de aparición de recaídas, la importancia de la toma de la medicación neuroléptica como factor protector y el manejo de sus efectos secundarios, la necesidad de la adherencia al tratamiento y su vinculación y contacto regular con el centro de Salud Mental de referencia.
Relaciones sociales/habilidades sociales: con el objeto de que puedan mantener el control de las emociones ante situaciones sociales estresantes o desconocidas, los Equipos abordan también habilidades de comunicación, conversación y asertividad, técnicas de control y expresión de emociones y petición de ayuda.
Intervención e Integración comunitaria: entrenamiento destinado a mejorar su funcionamiento psicosocial y a favorecer una mayor autonomía, fomentando su participación social, así como el uso de recursos comunitarios y el desarrollo de redes familiares y sociales.
Ocio y Tiempo libre: está destinado a apoyar y ayudar a la persona a organizar y ocupar su ocio, mediante un programa de recuperación de aficiones y hobbies anteriores a la enfermedad y otro de participación en actividades culturales y recreativas de la comunidad.
Atención a Familias: este programa está destinado a ofrecer información, asesoramiento y apoyo individualizado a las familias, por medio de reuniones y entrevistas particulares con el profesional de referencia o con los distintos profesionales del equipo multidisciplinar.
Centros de Rehabilitación Psicosocial
Los programas desarrollados en los Centros de Rehabilitación Psicosocial (CRPS)han supuesto un importante impacto en la atención a este colectivo, puesto que han intervenido en áreas tradicionalmente deficitarias, cuya laguna interfería en el logro de un estilo de vida independiente.
Estos centros ofrecen conocimientos y adiestramiento en distintas habilidades sociales: autocuidados, habilidades sociales, psicoeducación, manejo de estrés, integración comunitaria, habilidades sociales y manejo del dinero; habilidades de trabajo y ajuste laboral, actividades de ocio y tiempo libre, y de apoyo a las familias. (ver contenidos de esta formación en el apartado “Aprendizajes” en los Equipos de Intervención Sociocomunitaria).
Por otra parte, la participación en estos programas supone para la red de Salud Mental y para los Centros de Salud Mental, una garantía de seguimiento de actividades de rehabilitación, lo que significa una continuidad de los cuidados.
Los CRPS constan de dos servicios: servicio de centro de día y servicio de rehabilitación psicosocial. Mientras que el centro de día se oferta para toda la jornada, el segundo crea una serie de programas de menor intensidad y duración, destinados a facilitar la permanencia en el entorno habitual, evitar o retrasar su ingreso en un hospital o residencia y dar apoyo a las personas cuidadoras.
Además, el trabajo grupal que se desarrolla potencia el establecimiento de relaciones entre los usuarios, área frecuentemente deficitaria por las propias características de la enfermedad.
El programa de Centro de Día es más intensivo (incluye el comedor) y ha servido para favorecer el mantenimiento de algunas personas sin soporte familiar suficiente en su entorno comunitario y de vivienda. Desempeña, también, una función importante en la rebaja del impacto de la “carga familiar” asociada a la prestación de cuidados de estos usuarios.
Los CRPS comenzaron a funcionar en octubre del año 2005. En la actualidad existen CRPS en Pamplona, Tudela, Estella y Elizondo.