La Directiva 2008/50/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008, relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa, exige a los estados miembros la designación de las autoridades y organismos competentes encargados de realizar la evaluación de la calidad del aire ambiente y la autorización de los dispositivos de medición, garantizando la calidad de las mediciones efectuadas y el análisis de los métodos de evaluación.

La Directiva establece los criterios para la realización de la evaluación de la calidad del aire ambiente, de forma que sean comunes para todos los estados miembros y, por tanto, comparables entre sí. También establece la necesidad de informar a la población en caso de que se superen los umbrales de alerta establecidos para cada uno de los contaminantes atmosféricos.

Para llevar a cabo estas competencias, Navarra cuenta con la Red de Vigilancia de la Calidad del Aire para hacer un seguimiento continuo de los niveles de los distintos contaminantes atmosféricos. Esta red de vigilancia cuenta con una serie de puntos fijos de medición, en los que se ubican estaciones fijas, sensores de determinados midiéndose en continuo los niveles de concentración de los contaminantes principales, así como parámetros meteorológicos. Esta información en continuo se completa con las determinaciones analíticas hechas en laboratorios.

La calidad del aire debe evaluarse en todo el territorio, que debe zonificarse para ello, con el objetivo de clasificarlo en distintas “zonas” ó áreas, con características similares en cuanto a calidad del aire. Para ello se tienen en cuenta factores meteorológicos, fundamentalmente el régimen de vientos, que determina la difusión de los contaminantes, las características topográficas del territorio y la distribución de la población. Se ha aplicado también el criterio de que los límites de las zonas coincidan con los de los límites administrativos. Se ha definido una zonificación para ozono y otra para el resto de contaminantes.