27 de diciembre de 2022

El Gobierno de Navarra apoya la iniciativa para constituir una nueva Agrupación Europea de Cooperación Territorial

Varias entidades locales de ambos lados de la muga han dado los primeros pasos para formar una estructura que facilite la colaboración transfronteriza
La consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, junto al director general 
de Acción Exterior, Sergio Pérez, y el director de servicio de Cooperación 
Interregional y Ciudadanía Exterior, Pello Pellejero, junto a 
representantes del Ayuntamiento de Esteribar, Concejo de Eugi y Concejo de 
Zubiri.
La consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, junto al director general de Acción Exterior, Sergio Pérez, y el director de servicio de Cooperación Interregional y Ciudadanía Exterior, Pello Pellejero, junto a representantes del Ayuntamiento de Esteribar, Concejo de Eugi y Concejo de Zubiri.   Descargar imagen Ver galería de imágenes

La consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, ha podido conocer de primera mano los detalles del proceso puesto en marcha para la futura constitución de una nueva Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT) en la reunión que ha mantenido con representantes de varias de las entidades locales impulsoras de esta iniciativa: Unai Seminario y Maite Errea, por parte del Concejo de Eugi, y Álvaro Fonseca, del de Zubiri. 

En el encuentro, han participado también el director general de Acción Exterior, Sergio Pérez, el director del Servio de Cooperación Interregional y Ciudadanía Exterior, Pello Pellejero, e Iñaki Cortés, de la empresa Kaizen, encargada del asesoramiento técnico. El proyecto implica, asimismo, al Ayuntamiento de Esteribar, y a las localidades de Baigorri, Banka y Urepel, radicadas al otro lado de la muga, en el departamento de Pirineos Atlánticos.

La consejera Ollo ha destacado el encaje que la vía emprendida tiene en las líneas de trabajo del Gobierno y en su propio Plan de Acción Exterior 2021-2024, uno de cuyos ejes pivota en torno a la Navarra transfronteriza. En este sentido, ha trasladado a los promotores la disposición del departamento a monitorizarla como experiencia piloto, y a colaborar con la misma en labores de acompañamiento y apoyo, partiendo de la premisa de que las instituciones deben incentivar estas líneas de acción y actuar como facilitadoras en su desarrollo. 

Al fin y al cabo, ha recordado, las AECT tienen como misión favorecer la cooperación territorial con el objetivo último de “reforzar la cohesión económica, social y territorial” en la Unión. Por otra parte, la consejera ha coincidido con los representantes locales en que se trata de “mejorar la eficacia y la eficiencia en la gestión pública, algo a lo que podría contribuir el carácter práctico y operativo de la nueva estructura”. 

Como primeros pasos para su creación, durante los últimos meses, las entidades implicadas han ido aprobando en sus respectivos Plenos acuerdos en favor de su puesta en funcionamiento. Próximamente, está previsto avanzar en la elaboración de las propuestas de convenio y de estatutos para su efectiva constitución y regulación.

Los pueblos afectados tienen ya un amplio bagaje previo en materia de cooperación transfronteriza, a través de, entre otras, experiencias como Kintoan Barna, proyecto cofinanciado por el programa europeo de cooperación transfronteriza España-Francia-Andorra (POCTEFA) y promovido, junto con otras entidades locales, para establecer un territorio de oportunidades en materia de turismo cultural, senderismo y deporte de naturaleza fijando un corredor verde de 80 kilómetros que supera la frontera, desde San Juan de Pie de Puerto hasta Pamplona / Iruña, atravesando Quinto Real-Kintoa.

Personalidad jurídica propia

Dotadas de personalidad jurídica, las AECT pueden incluir uno o varios ejes de cooperación transfronteriza, transnacional e interregional, y, como tareas, actos específicos de cooperación entre sus miembros, con o sin ayuda financiera de la Unión. Pueden encargarse de la ejecución de programas cofinanciados por la UE, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, del Fondo Social Europeo o del Fondo de Cohesión, así como de otros proyectos de cooperación transfronteriza que reciban o no financiación de la Unión. 

Cada agrupación gestiona su propio presupuesto, dispone de medios económicos y de personal propios, y tiene capacidad para celebrar contratos, todo ello dentro del límite de las competencias atribuidas a cada miembro de la agrupación por la legislación estatal que le sea de aplicación. 

Las AECT, cuyo registro gestiona el Comité Europeo de las Regiones, deben estar dotadas, como mínimo, de dos órganos: una asamblea, que debe estar formada por representantes de sus miembros, y un director, que representa a la AECT y actúa en su nombre.