El director general de Acción Exterior, Sergio Pérez, y la directora de la Oficina de Proyectos Europeos, Carmen Mier, han representado a Navarra en la asamblea general de la Conferencia de las Regiones Periféricas Marítimas (CRPM), celebrada los días 27 y 28 de octubre en Creta. Esta organización, que tiene como cometido actuar en favor de un desarrollo más equilibrado del territorio, reúne a 160 regiones de 24 Estados de la Unión Europea.

La asamblea ha aprobado una declaración en la que se constata que “la Unión Europea y el mundo han entrado en una fase política y económica crucial debido a las secuelas de la pandemia de la Covid-19, la emergencia climática, la invasión de Ucrania y la subida del precio de las materias primas, los alimentos y la energía. Varias grandes tendencias tecnológicas, demográficas y medioambientales –señala- están teniendo un impacto preocupante en la cohesión territorial”. En este contexto, la CRPM defiende la gobernanza multinivel y “la participación activa de las autoridades regionales” como “columna vertebral de un verdadero enfoque local”.

El documento destaca, asimismo, “la contribución de los planes y estrategias regionales y locales de cara a la consecución de los objetivos de la UE” y recuerda que “la convergencia entre los objetivos de las políticas de la UE y los Objetivos del Desarrollo Sostenible constituye una gran oportunidad para que las autoridades regionales influyan en el diseño del futuro marco legislativo de la Unión aprovechando sus políticas y estrategias territoriales existentes”.

La declaración subraya que “la historia de la Unión Europea ha demostrado que su proyecto debe reforzarse para hacer frente a los retos comunes, incluida la defensa de los valores y el modo de vida de la UE, especialmente cuando se trata de abordar las crisis económicas, sociales y medioambientales. Las regiones de la CRPM están convencidas –concluye- de que la respuesta a los retos que afrontamos, a todos los niveles, es más Europa, no menos, además de un proyecto político que ponga a las personas en primer lugar y a las regiones en el centro del debate”.

Desde su creación, en 1973, la CRPM ha dirigido su acción para garantizar que las necesidades y los intereses de sus regiones miembros sean tenidas en cuenta en las políticas con un fuerte impacto territorial. Su objetivo principal se centra en la cohesión social, económica y territorial, políticas marítimas y crecimiento azul y accesibilidad. La gobernanza de la Unión Europea, energía y cambio climático, la vecindad y desarrollo, también representan áreas destacadas en las líneas de trabajo de esta entidad.