26 de noviembre de 2025

Navarra acoge el foro donde la solidaridad late, inspira y proyecta el mañana del voluntariado

El vicepresidente Taberna destaca que el Congreso Estatal del Voluntariado sitúa a Navarra a la vanguardia del compromiso social y muestra la vitalidad de su sociedad civil
El vicepresidente Taberna participa en la sesión inaugural del XXIV Congreso Estatal de Voluntariado Galería de imágenes

El vicepresidente Taberna participa en la sesión inaugural del XXIV Congreso Estatal de Voluntariado

Navarra se convierte hoy y mañana en el corazón de la acción solidaria. El Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra-Baluarte acoge el XXIV Congreso Estatal de Voluntariado, que reúne en Pamplona-Iruña a los principales actores de la acción voluntaria a nivel local, autonómico y estatal. 

Se trata de un acto promovido por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 en colaboración con el Ejecutivo foral y en cuya organización ha participado también la Plataforma Voluntariado de España, la Plataforma Navarra + Voluntaria, gestionada por la empresa pública NASERTIC; así como entidades navarras de voluntariado. 

El Congreso tiene lugar en un momento marcado por la reflexión colectiva sobre el porvenir del voluntariado y sobre la futura Ley Foral del Voluntariado, un anteproyecto que emerge de un amplio proceso deliberativo en el que han participado entidades del sector, personas voluntarias, administraciones públicas y diversas organizaciones privadas de la sociedad navarra.

Taberna aboga por un voluntariado transformador
El vicepresidente primero y consejero de Presidencia e Igualdad, Félix Taberna, ha participado en la apertura oficial del Congreso durante una mesa redonda en la que también han intervenido María Rosa Martínez, secretaria de Estado de Derechos Sociales; Joseba Asirón, alcalde de Pamplona; y Saturnino Peña de la Plataforma Estatal de Voluntariado.

Taberna ha subrayado que el voluntariado se sostiene sobre una idea fundamental: la transformación, que actúa en cuatro dimensiones. En el plano colectivo, ha señalado que, frente al individualismo actual, el voluntariado recuerda la importancia del bien común y de mirar más allá de uno mismo. En el ámbito personal, ha recordado que “dar transforma”, ya que la participación en proyectos solidarios aporta autoestima, habilidades sociales y un propósito vital.

Ha destacado también la transformación de la realidad, porque cada gesto voluntario demuestra que el mundo puede cambiar, incluso desde acciones pequeñas, “la rebelión de lo cotidiano”, en sus palabras. Finalmente, se ha referido a la transformación de la mirada, puesto que el voluntariado conecta a personas y contextos que, de otro modo, nunca coincidirían, ampliando así la forma en que entendemos el mundo.

“El voluntariado es una cadena de transformaciones, un efecto dominó de solidaridad que no deja de multiplicarse”, ha concluido el vicepresidente.

Debate y reflexión sobre el futuro del voluntariado
El Congreso de celebra en un contexto de reflexión sobre el futuro del voluntariado y sobre la nueva Ley Foral del Voluntariado, una ley que nace con la voluntad de situar a Navarra a la vanguardia del compromiso social y consolidarla como un territorio referente en humanismo cívico y solidaridad.
La nueva norma busca reconocer todas las formas de compromiso ciudadano y adaptarlas a los nuevos tiempos, incorporando ámbitos como la empresa, la universidad o el entorno digital. Entre las principales novedades, se regula el voluntariado corporativo como expresión de responsabilidad social que fortalece las organizaciones y amplía su impacto comunitario. 

El anteproyecto también regula el voluntariado en el sistema educativo y promueve alianzas entre universidades, entidades sociales y administraciones, entendiendo el voluntariado como una “escuela de ciudadanía”. Asimismo, refuerza su carácter inclusivo mediante medidas de accesibilidad y apoyo que permiten la participación de personas con discapacidad como agentes activos de solidaridad.
El texto garantiza la formación y acreditación de competencias de las personas voluntarias, crea la Escuela de Acción Voluntaria y permite la participación de jóvenes de entre 12 y 16 años en actividades de voluntariado, siempre que no interfieran en su desarrollo ni en su formación académica. Además, define derechos y deberes del voluntariado, asegurando su participación en todas las fases de los programas y su reconocimiento social e institucional.

La cultura del voluntariado como forma de pensar, sentir y actuar con los demás
El Congreso incluye dos ponencias inspiradoras, a cargo de Guillermo Dorronsoro, Management Board Advisor en Zabala Innovation Consulting y profesor en Deusto Business School, y de Cristina Monge, analista política e investigadora en gobernanza para la transición ecológica.

A través de diferentes mesas de diálogo, se abordan cuestiones como la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías como herramientas transformadoras al servicio de la sociedad; la creación de redes y la colaboración entre administraciones y agentes implicados; el reto de la desinformación; la actuación ante catástrofes; así como la perspectiva de género en el voluntariado, entre otros temas.
El programa contempla también un diálogo de experiencias en el que personas voluntarias comparten sus vivencias, aprendizajes y motivaciones en sus respectivos ámbitos de acción.

En el marco del Congreso se incluyen también la entrega de los Premios Estatales al Voluntariado y la Distinción de Persona Voluntaria de Navarra 2025, el máximo reconocimiento que otorga el Gobierno de Navarra para destacar a personas que sobresalen por su dedicación al voluntariado o su ejemplo social. En esta edición, la distinción recae en el cirujano pediátrico Carlos Bardají, reconocido por tres décadas de compromiso cooperativo en Senegal y Gambia.

Espíritu del Congreso
Bajo el lema “El pulso que nos une, la inteligencia que nos mueve”, el Congreso pone en valor el latido compartido de miles de personas que, desde la generosidad y el compromiso, contribuyen a construir una sociedad más humana.

El lema surge de la unión de dos ideas que sintetizan la esencia del voluntariado y su proyección de futuro. “El pulso que nos une” alude a la energía invisible pero decisiva que conecta a quienes ofrecen su tiempo, su escucha y su apoyo. Un pulso común que vertebra una red viva presente en todo el territorio, capaz de acompañar, movilizar y transformar.

Por su parte, “la inteligencia que nos mueve” recuerda que el voluntariado no es solo acción, sino también reflexión, creatividad y visión. En un contexto marcado por el avance de la inteligencia artificial, el sector reivindica igualmente la importancia de la inteligencia emocional: la empatía, la presencia y la capacidad de mirar al otro. Gestos, todos ellos, que ninguna tecnología puede sustituir.