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La Institución Príncipe de Viana reforma la instalación eléctrica de la iglesia de las Recoletas en Pamplona
24 de febrero de 2003
La Institución Príncipe de Viana reforma la instalación eléctrica de la iglesia de las Recoletas en Pamplona
La Dirección General de Cultura/Institución Príncipe de Viana ha llevado a cabo obras de reforma en la instalación eléctrica de baja tensión de la iglesia del Convento de las Madres Recoletas en Pamplona. Las obras se han realizado, entre otros fines, para prevenir riesgos de incendio en los retablos barrocos que alberga la iglesia, declarados bienes de interés cultural en 2001. La reforma ha incluido la limpieza de este importante mobiliario histórico-artístico.
El verano pasado, un conato de incendio puso en riesgo la integridad de los retablos, que presentaban un anticuado sistema de iluminación que incorporaba el cableado y las bombillas entre la propia mazonería de los retablos. Este hecho significaba un grave peligro para estos bienes que debía de ser subsanado cuanto antes, para garantizar su transmisión a las generaciones futuras en las mejores condiciones posibles.
El consejero de Educación y Cultura, Jesús Laguna Peña, ha visitado hoy la iglesia de las Recoletas para conocer el resultado de las obras de reforma, cuyo proyecto ha realizado la empresa Ingeniería Viguria S. L., bajo la supervisión de técnicos de la Sección de Patrimonio Arquitectónico. Las obras han tenido un coste de 72.326,48 €, y han sido ejecutadas por la empresa Electrificaciones Aralar, S.A.L., que resultó adjudicataria del correspondiente concurso público. La reforma ha incluido la renovación del sistema de megafonía de la iglesia.
Los retablos
El conjunto histórico-artístico de la iglesia de las Recoletas está formado por tres retablos: el de San José, el retablo mayor y el dedicado a San Antonio. Son obras del siglo XVIII (fueron contratados en 1700), de estilo barroco, perteneciente a la Escuela Navarra y singularmente al llamado foco tudelano, cuyo estilo se caracteriza por un barroco exhuberante, con una profusa decoración hecha de elementos vegetales, hojarasca, frutos, tallos y niños, que llega a borrar las líneas del armazón y dan al conjunto una apariencia llameante.
El retablo de San José tiene 6 m. de altura por 3 m. de ancho, aproximadamente, y es de composición mixta de pintura y escultura. Consta de un banco con dobles ménsula de follaje y querubines y un único cuerpo flanqueado por columnas salomónicas pareadas y coronado por un ático curvo que remata una gran placa central. Los temas iconográficos son la Virgen y el Niño y el cuerpo del retablo acoge a la figura de San José con el Niño. En el ático se representa la Huida a Egipto en una pieza romanista, procedente del primitivo rerablo..
Como el anterior, el retablo de San Antonio (6 y 3 metros, aprox.) consta de un banco con dobles ménsulas de follaje y cabezas de querubines y un cuerpo único flanqueado por columnas salomónicas, y ático curvo. La figura principal es la de San Antonio con el Niño y, en el ático, el martirio de San Lorenzo, de estilo romanista y reutilizada de un retablo anterior. La mesa de altar de ambos retablos es del siglo XIX.
El retablo mayor tiene aproximadamente 13 x 8 metros y presenta un alto banco sobre ménsula vegetales, un gran cuerpo articulado en tres calles mediante columnas salomónicas gigantes recorridas por niños y follaje y un ático curvo, entre columnas y aletones de follaje. El sagrario está inscrito en el interior de un templete de columnas salomónicas. El retablo está dedicado a la Vida de la Virgen con relieves de la Asunción, del Nacimiento de la Virgen y la Piedad, y tallas de San Juan Bautista, Santa Catalina, San Agustín, Santa Mónica, San Francisco de Asis, San Clara y una pieza romanista, de 1631 que representa el Calvario.