Al comienzo del acto, el Presidente Sanz y la Ministra Del Castillo, a los que acompañaban, Juan Huarte Beaumont, presidente de la Fundación Jorge Oteiza, y Pilar Oteiza, sobrina del artista y responsable testamentaria de su legado artístico, fueron recibido por un aurresku de honor a la entrada del Museo, que comprende también la casa taller en la que el artista habitó más de veinte años.

En el acto de la inauguración, tomaron la palabra, Juan Huarte y Pilar Oteiza. El primero recordó la importancia artística de Jorge Oteiza al que equiparó a Picasso como "los dos únicos genios que ha dado España en el siglo XX", evocó su personalidad "compleja, múltiple, contradictoria y, al mismo tiempo, formidable y única", y recordó su dilatada amista con Oteiza y con Sáenz de Oiza, que se profesaban gran amistad y recíproca admiración a raíz de su colaboración en el proyecto de la basílica de Aránzazu, que aparece evocada a la entrada el Museo en las figuras de Pedro y Pablo del famoso Friso de los Apóstoles del templo de Aránzazu, del que es autor Oteiza.

Pilar Oteiza, a su vez, destacó el carácter insobornable de su tío, del que dijo que "no perteneció nunca a nadie excepto a sí mismo", y recordó que "ningún creador ha dejado el legado de su obra de una forma tan amplia, tan decidida y tan claramente expresa en sus fines".

Al término de este acto de recuerdo a Oteiza, en el que también se proyectó un breve vídeo con imágenes del artista y de sus opiniones sobre la creación artística, el Presidente Sanz y la ministra Del Castillo encabezaron un recorrido por las salas del Museo.

Al acto de inauguración asistieron unas doscientas personas, entre ellas, familiares y amigos de Oteiza, los consejeros del Gobierno de Navarra, Calixto Ayesa, Ignacio Martínez Alfaro, Jesús Laguna y Javier Marcotegui; la consejera de Cultura del Gobierno Vasco, Miren Azkarate, y autoridades locales del Valle de Egüés y de Orio, y representantes del mundo de la cultura.