El consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, Óscar Chivite, ha defendido hoy el expediente en tramitación del modificado del proyecto y reajuste de las anualidades del contrato de las obras de duplicación del túnel del Belate, que estima el incremento de 8,5 millones de euros (IVA incluido) y no modifica la fecha prevista del final de la obra, cuyo importe asciende a 84.622.000 euros.

“Se trata de la obra más compleja que se está ejecutando en la Comunidad Foral de Navarra y los imprevistos sobrevenidos nos obligan a tomar decisiones para garantizar una mayor seguridad durante la ejecución de la obra, evitar afecciones medioambientales en las cuencas del Bidasoa y el Ultzama y ejecutar la obra con más garantía estructural”, ha afirmado el consejero, en la rueda de prensa posterior a la sesión de gobierno.

Una morfología del terreno menos favorable de lo previsto y de lo que se había recogido en los sondeos previos, la cantidad de agua que emerge de la montaña superior a la prevista y los requerimientos impuestos por entidades externas, como el Departamento de Industria del Gobierno de Navarra y las Confederaciones Hidrográficas del Ebro y el Cantábrico están en el origen de las modificaciones.

En todos los casos, ha precisado el titular del Departamento de Cohesión Territorial, “las cuestiones imprevisibles se solucionan mediante medidas incluidas en el proyecto y con soluciones técnicas debatidas y acordadas entre las partes implicadas”. En el modificado del proyecto se incluyen 14 conceptos, en tres de ellos, la cantidad de lo presupuestado se reduce y en el resto, cada capítulo se incrementa como máximo un 5,7% sobre el presupuesto total.

Las principales modificaciones, ha confirmado el consejero, pasan por el concepto de excavación del túnel, donde el presupuesto se incrementa de 25 a 26 millones de euros, el 1,5% de lo previsto. Esta actuación responde al requerimiento del Departamento de Industria, al ser un terreno menos estable de lo previsto que obliga a hacer el túnel sin excavación en sección completa y a la construcción de un polvorín soterrado por razones de seguridad.

También como consecuencia de la morfología del terreno, el concepto de “sostenimiento del túnel” con un 5,7% se incrementa sobre lo presupuestado inicialmente, lo que supone cuatro millones de euros más. Este modificado se adapta a la petición de la Dirección General de Energía que plantea adoptar nuevas soluciones para los arcos interiores que sustentan el túnel y aumentar el espesor de hormigón.

Otro capítulo relevante atañe a las depuradoras, que suponen un incremento de 1,6 millones de euros, el 2,4% más. Al conocer la mayor cantidad de agua que emana de la montaña se ha optado por pasar de una capacidad de depuración de 8 litros por segundo a 40. Así, ha afirmado el consejero Chivite y ha insistido en que “se trata de garantizar el cuidado de nuestro medio ambiente”.
El consejero ha destacado que “a lo largo de los metros excavados se ha podido comprobar que las decisiones adoptadas han sido acertadas, ya que en las comprobaciones de estabilidad de lo excavado se están obteniendo muy buenos datos”.

Las dificultades del terreno son evidentes. Como muestra, las obras del primer túnel de Belate que, según la auditoria de la Cámara de Comptos de octubre de 1998, reflejaron un incremento del gasto del 35% y una ampliación del tiempo de ejecución de la obra de más de año y medio.

Cumplir con la normativa
El objetivo de las obras es mejorar la seguridad vial de una carretera con alta intensidad de tráfico y previo a la conversión en una vía 2+1, con altos índices de siniestralidad, a través del desdoblamiento del túnel de Belate mediante dos conexiones con dos carriles por sentido. 

El consejero ha recordado que la duplicación de los túneles “nos hará cumplir con la Directiva Europea sobre requisitos mínimos de seguridad para la Red Transeuropea de Carreteras”. Esta directiva de 2004 obliga a Navarra a tomar decisiones y poner en marcha una de las obras más relevantes y dificultosas de la Comunidad, ha asegurado Chivite y ha concluido que no se respondió con responsabilidad en el plazo establecido, que venció en abril de 2019. Navarra llega veinte años tarde y por fin, las obras están en marcha.

En estos momentos, “las obras avanzan a buen ritmo”, ha confirmado el titular del Departamento de Cohesión Territorial. La excavación desde la boca norte ha avanzado en más de 830 metros y ya se ha empezado en la boca sur. Se ha ejecutado, por tanto, cerca del 20% de la obra.