26 de mayo de 2022

El reto de las políticas de igualdad pasa por transformar las relaciones de poder que los hombres establecen con las mujeres

Un centenar de profesionales han asistido a la reflexión de ocho ponentes internacionales sobre cómo alcanzar vínculos más equitativos entre hombres y mujeres en nuestra sociedad
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Un centenar de profesionales de los ámbitos de igualdad, salud, educación; justicia y seguridad, han asistido a la jornada “Intervenciones con hombres: un espacio para la revisión y el ajuste de objetivos”, impulsada por el Gobierno de Navarra a través del Instituto Navarro de Igualdad / Nafarroako Berdintasunerako Institutua (INAI / NABI), que se ha celebrado esta mañana en Pamplona / Iruña.

Un centenar de profesionales de los ámbitos de igualdad, salud, educación; justicia y seguridad, han asistido a la jornada “Intervenciones con hombres: un espacio para la revisión y el ajuste de objetivos”, impulsada por el Gobierno de Navarra a través del Instituto Navarro de Igualdad / Nafarroako Berdintasunerako Institutua (INAI / NABI), que se ha celebrado esta mañana en Pamplona / Iruña.

Cada vez hay más hombres que se reconocen sensibles, igualitarios, rechazan el patrón tradicional masculino y son conscientes de los beneficios psicológicos y de la mayor calidad de vida que tienen al asumir este tipo de roles, diferentes a los asociados tradicionalmente con la masculinidad. Sin embargo, esta evolución no implica que cambien las relaciones de poder que establecen con las mujeres.

Por este motivo, la transformación de las relaciones que los hombres establecen con las mujeres sigue siendo un reto de las políticas de Igualdad. Esta ha sido la principal conclusión a la que han llegado las y los ocho especialistas internacionales: Luis Bonino, creador del concepto “micromachismos”; Miguel Angel Arconada, referente en coeducación; Susana Covas, especialista en feminismo aplicado a la vida cotidiana de las mujeres; y los expertos en trabajo con hombres Fabián Lujan, Mikel Otxotorena y Olmo Morales y, desde México, Luis Botello y Roberto Garda.

Las jornadas, que pueden seguirse a través de este enlace, han sido inauguradas por el vicepresidente primero y consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, Javier Remírez y la directora gerente del INAI/NABI, Eva Istúriz. El vicepresidente ha afirmado, refiriéndose a los hombres, que “somos nosotros los que debemos esforzarnos mucho más en poner las bases, en cambiar las cosas, en perder privilegios, para que por fin nos podamos relacionar de igual a igual con las mujeres”.

Revisión de los programas con hombres

Respecto a las intervenciones con hombres, el vicepresidente ha señalado que “llevan un recorrido lo suficientemente extenso como para pararse a reflexionar, revisar y, en lo posible, valorar qué es lo que vamos logrando en relación a los vínculos que establecemos con las mujeres. Con el objetivo de que los hombres seamos capaces de convertirnos en verdaderos compañeros de ruta y de vida de las mujeres desde un lugar profundamente igualitario”.

Por su parte, Istúriz, ha reincidido en esta idea evaluar los programas dirigidos exclusivamente a hombres, hacer un seguimiento de sus prácticas concretas, para tener la seguridad de que realmente contribuyen a la promoción de la Igualdad, cambiando las dinámicas de poder.

Cabe recordar que el INAI desarrolla con este objetivo el programa de masculinidades igualitarias “Nosotros / Noski”, en cuya segunda edición participan en torno a medio centenar de hombres. Este invita a los participantes a cuestionarse el concepto tradicional de qué es ser hombre, proporcionándoles herramientas para convertirse en sujetos activos de una sociedad igualitaria, con mejores relaciones tanto con mujeres como con el resto de hombres.

Además, aunque no dirigidos a ellos de manera exclusiva, el INAI lleva a cabo otros programas donde participan hombres junto a mujeres, como es el caso de Edad Hermosa / Adín Ederra, o el proyecto IGUALA, que se realiza con jóvenes.

“Este trabajo tan importante tiene que ir acompañado de un refuerzo del empoderamiento de las mujeres y las niñas, con acciones positivas y programas territorializados que garanticen la consecución de todos los derechos humanos de las mujeres que viven en Navarra, libres de todo tipo de violencias”, ha recordado Istúriz.

Malestar, resistencias y propuestas

La primera en intervenir ha sido Susana Covas, especialista en feminismo aplicado a la vida cotidiana de las mujeres. La experta ha explicado que a pesar de que cada vez más hombres vivan su masculinidad de manera más igualitaria, en ocasiones no implica que esto les lleve a establecer vínculos equitativos con las mujeres. Por eso la propuesta de la especialista es revisar los contenidos y objetivos que se abordan en las intervenciones con hombres para que puedan incidir de manera positiva en el modo en que se vinculan mujeres y hombres en la vida real.

El psicoterapeuta y experto en trabajo con hombres, Luis Bonino, ha abogado por seguir incidiendo en una revisión crítica de lo que se dio en llamar “nuevas masculinidades”, que al estar tan instauradas en el discurso social, no se somete a reflexión crítica, porque parece ya de “sentido común”. Según Bonino, se da por sentado que quienes recorren la senda desde la masculinidad tradicional a este tipo de masculinidades, logran desprenderse del machismo y de los comportamientos desigualitarios con las mujeres, lo que imposibilita, a su juicio, “trabajar la masculinidad como un conjunto de derechos, con privilegios y beneficios relacionales para los hombres y perjudiciales para las mujeres”.

En cuanto a Luis Botello, psicólogo profesor de la Universidad Autónoma de México y referente del trabajo con hombres, ha defendido que si bien el hecho de que los hombres expresen y no repriman sus emociones es positivo, eso no presupone un cambio a favor de la igualdad. Por eso, Botello reclama a los hombres que antepongan las “emociones éticas” a las autorreferenciales, esto es, que desafíen las desigualdades y lleven a considerar a las mujeres como existencialmente iguales. Sostiene que centrar el trabajo con hombres en la liberación de la emocionalidad masculina reprimida es una visión individualista y psicológica que no transforma las relaciones de poder.

Por su parte, Mikel Otxotorena, politólogo y sociólogo consultor internacional, experto en masculinidad, ha sostenido que “tener una determinada orientación sexual no es un salvoconducto que nos asegure ser personas más igualitarias”.  De hecho, la masculinidad hegemónica, misoginia incluida, se puede seguir reproduciendo al margen de la orientación sexual, ha advertido.

El economista Roberto Garda, director de la asociación Hombres por la Equidad en México, ha hecho un recorrido histórico de los movimientos de hombres y ha ofrecido claves precisas para analizar y evaluar intervenciones dirigidas a hombres y comprobar que estas sean “coherentes con el objetivo de transformar la desigualdad de género”. Ofrece 6 preguntas concretas que las instituciones deberían formularse a la hora de decidir programas y acciones dirigidas a hombres, siendo la primera: ¿cuál es el impacto en las mujeres que puede ofrecer esta intervención?”.

El sociólogo Olmo Morales, socio fundador de la asociación Subjetividad Masculina y Cambio, ha sostenido que para abordar el asunto del “poder de dominio masculino” hay que comenzar por comprender la masculinidad como una posición social privilegiada y no solo como una identidad: tomar conciencia de la resistencia a renunciar a los privilegios que esta implica. “Comprender que la socialización masculina lleva implícito el dominio de las mujeres, desarrollando aprendizajes y habilidades para mantener la posición social ventajosa sobre ellas.  Es fundamental hacer visible el daño que la masculinidad sigue generando a las mujeres”, ha defendido.

Fabián Luján, sociólogo, con una extensa experiencia en coordinación de grupos de hombres y formador de equipos de profesionales, ha ofrecido claves y herramientas específicas que pueden ser útiles para un trabajo centrado en el aspecto relacional con las mujeres. Ha dejado expuestas cuáles pueden ser algunas resistencias y obstáculos a salvar para llegar a cumplir con ese objetivo y qué es lo que ocurre habitualmente en la práctica concreta en estos grupos.

Finalmente, Miguel Ángel Arconada, experto en coeducación, coautor de Convivir en Igualdad, Prevención de la violencia masculina hacia las mujeres en todas las etapas educativas, ha puesto el énfasis en la coeducación del alumnado varón, y la necesidad de formar al profesorado para que sepa diferenciar entre masculinidades egoístas, solo beneficiosa para ellos, y masculinidades feministas; nuevas masculinidades y masculinidades comprometidas con la igualdad.  “El profesorado debe ser consciente y trabajarlo de forma progresiva”, ha compartido.