La Presidenta de Navarra, María Chivite, ha presidido esta mañana un acto conmemorativo con motivo del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, en el que ha mostrado el apoyo y la solidaridad del Ejecutivo foral con las víctimas.

Ante el Monumento a las Víctimas de la plaza de la Constitución, la Presidenta ha leído la declaración institucional aprobada ayer por el Gobierno de Navarra. En ella, el Ejecutivo manifiesta que la violencia terrorista, “además de ser injusta e ilegítima, ha supuesto una violación máxima de los derechos humanos constituyendo una grave amenaza a la democracia y a la convivencia”. Asimismo, ha declarado que el Gobierno seguirá trabajando con las víctimas y asociaciones que las representan para “hacer efectivos sus derechos a la verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición”.

En la declaración, el Gobierno foral muestra su rechazo a “cualquier acción que violente la dignidad y la memoria de las víctimas del terrorismo y sus familias”, y apuesta por “desarrollar una estrategia integral que favorezca el diálogo”. La consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, ha sido la encargada de leer en euskera esta misma declaración.

El acto, que ha finalizado con un minuto de silencio, ha contado con la presencia de representantes de las instituciones navarras y de las asociaciones de víctimas. En concreto, junto a la Presidenta Chivite y la consejera Ollo han participado el presidente del Parlamento, Unai Hualde; el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti; el presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos, Juan Carlos Castillo. Además, han acudido portavoces parlamentarios, senadores, y representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

La Presidenta Chivite ha encabezado una ofrenda floral, depositando una gerbera blanca junto al monumento en recuerdo de todas las víctimas. A ella se han sumado el resto de asistentes, que han colocado varias decenas de flores en homenaje a las víctimas.

Este 11 de marzo se cumplen 18 años de los atentados de Atocha, en Madrid, donde fallecieron 191 personas.