NAVARRA / SERIES DE VEGETACIÓN
Mapa de Series de Vegetación
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Una serie de vegetación está formada por la etapa de vegetación climácica que puede existir en un territorio (en Navarra, casi siempre un bosque) y las etapas de sustitución (matorrales, pastos, otras comunidades) que reemplazan a la etapa climácica cuando ésta desaparece por acción humana o causas naturales. Las series de vegetación son, por tanto, una expresión de la vegetación potencial y la vegetación actual, relacionadas ambas con las características climáticas, edáficas, geomorfológicas e históricas de un territorio.

El espacio de la alta montaña pirenaica en Navarra está ocupado por las series de vegetación subalpinas y alpinas. Las series subalpinas del pino negro (Pinus uncinata) se sitúan por encima de unos 1.700 m, desde Larra al Ori, y dan paso a la serie de los pastizales alpinos de Elyna myosuroides en la exigua representación del piso alpino navarro, localizado en la Mesa de los Tres Reyes, por encima de unos 2.200 m.

La mayor parte del piso montano, cuando el ombroclima es al menos húmedo, está dominado por las series de los hayedos, muy diversas según la pluviometría y su carácter más o menos atlántico así como la naturaleza más o menos ácida de los suelos que ocupan; son las series que mayor superficie ocupan en la región Eurosiberiana de Navarra. En este grupo también se han incluido las series de los abetales, cuyo límite de distribución sudoccidental europeo se encuentra en Irati, y que salpican diversos enclaves de Salazar y Roncal. En el nordeste de Navarra el clima se hace más continental y los hayedos dan paso a las series de los pinares de pino royo (Pinus sylvestris), extendidas por el interfluvio de los ríos Salazar y Eska y en el valle de Roncal.

Al bajar en altitud, en el piso colino de los valles cantábricos, la Burunda, y algunas zonas al sur de la divisoria (Lekunberri, Ultzama, Burguete...), se hacen dominantes las series del roble pedunculado (Quercus robur) y del fresno (Fraxinus excelsior), características de la zona atlántica de Navarra, con clima oceánico. También se han incluido en este grupo las series del melojo o ametza (Quercus pyrenaica), de enclaves más secos, o la del roble albar (Quercus petraea), restringida a la cabecera del Irati, en Olaldea.

En la transición de la región Eurosiberiana a la Mediterránea se hacen frecuentes las series del roble pubescente (Quercus pubescens), que se distribuyen desde el piso colino al montano, en áreas donde una precipitación menor impide el desarrollo de hayedos o robledales y fresnedas atlánticas. Las series de los robledales pubescentes dan paso gradualmente a las series del quejigo (Quercus faginea), que en la región Mediterránea se sitúan en zonas con ombroclima al menos subhúmedo o en los suelos más profundos. Ambos grupos de series son característicos de áreas submediterráneas, con sequía estival atenuada.

En la región Mediterránea las series más extendidas son las de la carrasca (Quercus rotundifolia), árbol esclerófilo bien adaptado a la sequía estival. Estas series alcanzan algunas áreas secas de la región Eurosiberiana, sobre todo al norte de la Cuenca de Pamplona y en el nordeste de Navarra, de donde las series de los caducifolios (hayas, robles) no las han podido desplazar. En este grupo de series también se incluyen las de los encinares (Quercus ilex), más exigentes en humedad y que se refugian en algunos enclaves del valle del Araxes, procedentes de la costa cantábrica.

En las áreas más áridas de la región Mediterránea, debido al clima o a limitaciones edáficas, se instalan las series de los coscojares y pinares de pino carrasco (Pinus halepensis), a las que corresponden los paisajes bardeneros y de los cordales de yesos de la Ribera estellesa. En estas zonas, en los fondos de valle y zonas endorreicas, se localiza la geoserie de saladares, encabezada por los bosquetes de tamariz (Tamarix spp.), propia de suelos húmedos y ricos en sales.

Por último, en relación con los cursos fluviales, sobre suelos con la capa freática próxima a la superficie, y afectados en mayor o menor medida por los regímenes de avenidas de los ríos, se sitúan las geoseries riparias. Éstas son muy diversas y están encabezadas por bosques de olmos, chopos, álamos, fresnos, alisos o diversos sauces, y son propias de las diversas zonas climáticas de Navarra; dentro de cada una de ellas se distribuyen en función del gradiente de humedad existente en las riberas fluviales. En este grupo de series también quedan incluidos las áreas regadas, tan extensas en la mitad sur del territorio.