Castellano | Euskara | Français | English
Catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Navarra, su tesis doctoral, dirigida por José Ma. Lacarra (Colección diplomática de San Victorián de Sobrarbe (1000-1219). Estudio y edición crítica) fue la primera tesis doctoral registrada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, en 1956. Aquel trabajo se enmarcaba en una línea de renovación de los estudios de historia medieval en los espacios pirenaicos y del valle del Ebro, iniciada por el profesor Lacarra, que el profesor Martín Duque continuaría luego desde Navarra, creando una verdadera escuela de medievalistas. Sus aportaciones científicas se han plasmado en todo tipo de artículos, contribuciones a congresos, libros y demás publicaciones, a las que hay que añadir su interés por obras y foros de carácter divulgativo.
Desde que se instaló en Pamplona en 1958 como miembro del Cuerpo Facultativo de Archiveros del Estado y, enseguida, profesor en la Universidad de Navarra, ha sido el continuador en Navarra de la obra investigadora de su maestro, formando a varias generaciones de historiadores, docentes e investigadores. Sus estudios sobre la Edad Media navarra han puesto las fuentes a disposición de los estudiosos, abierto nuevas líneas de trabajo, reorientado las investigaciones y ampliado considerablemente el campo de estudio en este período. Además de su dedicación docente e investigadora, ha sido Director del Departamento de Historia Medieval, Decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Bibliotecario General y Director del Servicio de Publicaciones, en la Universidad de Navarra.
Fruto de su indudable prestigio profesional, ha compaginado su vida más estrictamente académica con una intensa colaboración en diversas instancias públicas: presidente del Comité Científico de las Semanas de Estudios Medievales de Estella desde 1990 hasta el presente, miembro del Consejo Navarro de Cultura en varias legislaturas distintas, director de la Revista Príncipe de Viana, también durante varios años. El Gobierno de Navarra premió su fructífera carrera científica y su indudable aportación a la historia de Navarra, con la concesión, en 1991, de la Medalla de Oro de Navarra.