El catarro es una enfermedad que se cura sola y aunque es un proceso molesto, no precisa atención profesional. Tú eres perfectamente capaz de cuidarte en casa.
Pautas de actuación:
Los catarros suelen curarse en una o dos semanas sin necesidad de antibióticos, con paciencia y algunos cuidados. En general se aconseja:
- Descansar lo suficiente, especialmente mientras tiene fiebre.
- Beber más agua. Las infusiones, los zumos de frutas y los caldos suaves, también son buenos ya que nos ayudan a ablandar el moco y mantienen la nariz y la garganta húmeda.
- No fumar, ni respirar aire con humo de tabaco, ni frecuentar ambientes cargados.
- Los caramelos duros o pastillas para la garganta pueden ser muy refrescantes, dado que incrementa la producción de saliva.
- Protegerse del frío y evitar los cambios bruscos de temperatura.
- No beber alcohol, ni tomar cafeína porque tiene efectos de sequedad.
- Tomar duchas calientes para aliviar la congestión, puede ser conveniente humidificar el ambiente y realizar vahos o inhalaciones de vapor de agua.
Medidas higiénicas:
- Lávate las manos frecuentemente, utiliza pañuelos desechables, y tápate la nariz al toser y/o estornudar.
Tratamiento con fármacos:
No hay tratamiento para el catarro, es un proceso que se resuelve solo, y los antibióticos no sirven para tratar los virus.
Como tratamiento sintomático puedes tomar analgésicos - antitérmicos (como el paracetamol) siguiendo las instrucciones del prospecto.
No es recomendable utilizar aspirina en menores de 16 años sin indicación del médico.
Puedes utilizar descongestionantes nasales, suero fisiológico o agua salada para reducir la congestión nasal y facilitar la respiración nasal.
La tos puede ser seca o productiva y nos ayuda a eliminar la mucosidad y por lo tanto no conviene suprimirla. Si nos molesta podemos tomar antisépticos bucales o caramelos para el picor, y según el tipo de tos, jarabes expectorantes (facilitaran la salida del moco) o antitusígenos (para inhibir el reflejo de la tos)
Vigilar, acudir o llamar al Centro de Salud si:
- Si existe un aumento de la dificultad respiratoria o la expectoración es verdosa o sanguinolenta.
- Si tienes fiebre alta, si la fiebre dura más de 3-4 días o reaparece tras haber estado sin fiebre durante 24 horas.
- Si aparece dolor en el pecho o en el costado.
- Si presentas dolor o supuración de oídos.
- Si los síntomas duran más de 10 días o empeoran.
- Si la tos no disminuye pasados los días, es intensa y dificulta las actividades normales.
- Cuando sean pacientes con riesgo: niños y niñas pequeños, embarazadas, ancianos, personas con una enfermedad crónica o inmunodeprimidas.
Todas las dudas que tengas las puedes consultar con tu enfermera o enfermero del centro de salud. Recuerda que por las tardes y los fines de semana puedes recurrir al teléfono de consejo sanitario, atendido por personal de Enfermería.