La fiebre no es una enfermedad. Es una parte importante de las defensas del cuerpo contra la infección.
Hablamos de fiebre cuando tenemos una temperatura mayor de 37,5° dentro de la boca, mayor de 37° bajo la axila, o mayor de 38° en el recto. La fiebre se suele acompañar de escalofríos, sudoración y/o dolor de cabeza.
Pautas de actuación:
Si la fiebre es leve y no hay otros problemas presentes, no es necesario administrar tratamiento alguno, sólo ingerir mucho líquido y reposar. Debes tomar medidas para bajar la fiebre solo si es superior a 38º C o si hay incomodidad, vómitos, deshidratación o dificultad para dormir. El objetivo es bajarla, no eliminarla.
Medidas higiénicas para reducir la fiebre:
Tratamiento con fármacos:
No tomes nunca antibióticos en una fiebre hasta que el médico haya diagnosticado la causa, porque pueden enmascarar las causas de la infección.
En ausencia de otros síntomas, no es necesario dar medicamentos. Pero si la fiebre hace que te sientas incómodo, puedes tomar analgésicos - antitérmicos (como el paracetamol), siguiendo las instrucciones del prospecto.
Vigilar, acudir o llamar al Centro de Salud: