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SNE-NL y agentes sociales de Sakana inciden en la importancia de mejorar los perfiles profesionales con una formación adaptada a las necesidades de la comarca jueves, 24 de mayo de 2018
Tres estudios plantean la colaboración entre el sector público y el privado para beneficiar de la creación de empleo a todos los sectores sociales
Pie de foto, al final del texto.
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El Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare, a través de su agencia en Alsasua/Altsasu, unido a la Mancomunidad de Servicios Sociales de Base de Alsasua, Olazagutía y Ziordia, a la Asociación de Empresarios de Sakana, a la Agencia de Desarrollo de la comarca y al consorcio Cederna Garalur, han constituido un grupo de trabajo para favorecer la inserción sociolaboral de las personas que encuentran más obstáculos para acceder al mercado de trabajo.
Esta red forma parte de un proyecto piloto también implementado en Tudela y se enmarca en el proyecto ERSISI, una iniciativa piloto que cuenta con el apoyo del programa de empleo e innovación social de la Unión Europea que fomenta la intervención conjunta del sector público y del privado para facilitar el empleo de los colectivos más vulnerables.
Tres estudios encargados por el Gobierno de Navarra se han presentado este jueves al grupo recién constituido, con el objetivo de no dejar fuera del crecimiento del empleo a nadie. Los trabajos, elaborados por la Universidad Pública de Navarra y la consultora Inpacto, analizan las variaciones de la dinámica del mercado laboral en la zona, la adecuación de los recursos destinados y la profundización en las opciones de empleo factibles.
Los estudios reflejan una colisión. La emergente evolución socioeconómica de Sakana requiere un empleo cualificado que no encuentra en la zona. Las necesidades de las empresas coinciden con personas sin formación o poco adaptada, o que derivan del abandono escolar temprano o bien que tienen más de 45 años y su reorientación laboral es dificultosa.
Recomiendan mantener la interrelación entre el SNE-NL, el mundo educativo y el laboral de manera que la formación para el empleo se acerque al mundo laboral, especialmente al sector de la maquinaria-herramienta, de gran importancia en la comarca. Las personas en paro de Sakana muestran, en general, buena disposición a mejorar su formación para el empleo. La formación deberá personalizarse y , si es posible con compromisos de contratación. En este último punto, recientemente se ha logrado un acuerdo de formación y posterior contratación con la empresa Sunsundegui, experiencia que se quiere extender a otras empresas de la zona.
En los informes, los PIFES (programas mixtos de formación y empleo) se constatan como una buena fórmula para la inserción laboral de los colectivos más vulnerables. Los Certificados de Profesionalidad comienzan a ser reconocidos por los empleadores, aunque las personas con más cualificación demandan cursos más especializados.
Este reseteo de las capacidades para emplearse presenta algunos obstáculos de tipo interno. Personas que han caído en el desencanto y escépticas ante la formación; bien porque tienen más de 45 años o bien porque tienen poca motivación. Casos en los que la colaboración de los servicios sociales y la coordinación pública deber complementarse con los compromisos empresariales para romper esa dinámica.
La dispersión geográfica también dificulta la asistencia a los cursos de formación, bien por la carencia de un medio de transporte, bien por la dificultad y el coste de desplazarse a Pamplona en el caso de los cursos que allí se imparten.
La especial conexión social y económica de la comarca con la Comunidad Autonóma Vasca también aconseja, según el informe, seguir coordinando acciones de inserción laboral con Lanbide, organismo autónomo dedicado al empleo en el País Vasco.
Mejora del empleo
El retrato robot de la persona en paro de larga duración en Sakana esboza a una mujer, mayor de 45 años y con estudios primarios. Seis de cada diez personas llevan en paro más de un año y también se requiere una especial atención al colectivo de jóvenes que provienen del fracaso escolar.
Golpeado con fuerza por la crisis económica, el empleo en la comarca de Sakana ha mejorado como en el resto de la Comunidad Foral y se asimila a la media de Navarra, alrededor del 10%. Tomando datos de enero de este año, 1.084 personas estaban en situación de desempleo en la zona de Sakana y Lekunberri.
Una característica del desempleo en Navarra es la excesiva feminización, carga negativa que se acentúa en la Sakana, en donde la creación de empleo está muy marcada por la importancia de la industria que suele preferir contratar hombres. Así, a finales de 2017 el 69% de las personas en paro en Sakana eran mujeres. Al comienzo de la recesión económica, el paro femenino era del 55,4%.
Los estudios de donde salen estos datos han sido presentados este jueves en Arbizu tras un desayuno empresarial promovido por el Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra y la Mancomunidad de Servicios Sociales de Base de Alsasua, Olazti y Ziordi y otros agentes locales a quienes se ha informado sobre el proyecto ERSISI y las ayudas del fomento de la contratación de personas perceptoras de Renta Garantizada (RG), con hasta 1.000 euros mensuales de aportación a empresas, autónomos y autónomas y entidades sociales. La inserción a través de empresas es uno de los retos actuales, de allí la implantación de incentivos.
En la jornada han participado tres directores generales del Gobierno de Navarra: Patxi Tuñón, director general del Observatorio; Gema Manú, directora general de Inclusión y Protección Social; y Paz Fernández, directora gerente del SNE-NL.
Los estudios presentados han sido elaborados por la UPNA “Oportunidades de Empleo en el marco del proyecto ERSISI 2”; y la consultora InPactos: “Las personas desempleadas de la Sakana y su mochila formativa” y un estudio cualitativo sobre “Barreras Sakana. Personas desempleadas y su empleabilidad a través del desarrollo de acciones formativas”.
El informe de la UPNA, segundo que realiza para el proyecto de I+D en el ámbito social, recoge cómo las tendencias de contratación en la comarca de Sakana muestran una recuperación evidente del empleo, 47% de reducción del paro en Sakana occidental, aunque incompleta por beneficiar en menor medida a mujeres, personas de más de 45 años y quienes tienen poca formación, objetivos del proyecto Ersisi. En 2017, la oficina de empleo de Alsasua/Altsasu ofertó 92 puestos de trabajo más que el año anterior, lo que supuso un incremento del 37%. Sin embargo, esta mejora no ha alcanzado a todos los sectores sin empleo.
Según dicho trabajo, aunque en 2017 ha mejorado la representatividad de la contratación de mujeres (el 43,2% de la contratación) no ha llegado al nivel de toda Navarra (46-47%).
Una vez más, la formación se revela como el factor determinante. En 2017 se ha confirmado la tendencia observada anteriormente que refleja “una disminución de la proporción de contratos de baja cualificación y un aumento de la proporción de contrataciones cualificadas”. De hecho, en este contexto el 49,5 % de la contratación en Sakana se da entre perfiles cualificados (a partir de secundaria).
El estudio plantea las siguientes propuestas para activar la inserción laboral de las personas :
- Generación de empleo por parte del ámbito privado, público y de las iniciativas sociales.
- En el sector privado, incidencia en los servicios de limpieza industrial a través de pequeñas empresas, como empresas de inserción y de limpieza forestal, que contribuyan al fomento del turismo en la zona.
- Fortalecimiento de la formación en los sectores de S3: la industria, agroalimentario, turismo y comercio.
- Un programa activado de integración: el grupo de trabajo de la zona tiene el objetivo de que el proyecto Ersisi genere Programas Integrados de Activación.
- Conciliación: mayor apuesta por la generación y expansión de recursos de conciliación
- Movilidad: puesta en marcha de servicios de transporte de acerquen a las personas a las zonas de trabajo o de formación.
Sakana y su itinerario al empleo
En otro de los informes, se destaca que en Sakana se demandan perfiles industriales con una vertiente técnica y que, en algunos casos, han comenzado a seleccionar personal de otras áreas geográficas.
Sakana tiene una buena predisposición hacia el reciclaje formativo, aunque es necesario un refuerzo positivo continuado para evitar la desmotivación de las personas que no acceden al mercado laboral. La importancia de los aspectos emocionales está presente, de ahí que se valora la orientación y el acompañamiento hacia el empleo.
De gran vinculación al territorio, las personas sin empleo quieren formarse y trabajar en Sakana, lo que subraya la importancia de una formación dirigida a las necesidades de la zona.
La relación de cercanía a la población y el vínculo de la Oficina del Servicio Navarro de Empleo de la zona con las distintas entidades son muy bien valorados por los agentes que han suministrado información para la elaboración del estudio. La puesta en marcha del proyecto Ersisi ha servido para, con el liderazgo del SNE-NL, avanzar en la relación entre las entidades involucradas en la inserción sociolaboral de la Sakana.
El informe propone la creación de un sello que reconozca a las empresas y entidades socialmente responsables que colaboran con el SNE-NL.
En materia de formación, el estudio incide no solo en etapas previas de la formación, es decir, propone un impulso a la formación industrial desde la secundaria y un trabajo de orientación desde la educación primaria dando buena imagen de los puestos de trabajo del sector industrial.
En cuanto a las acciones formativas propiamente dichas, se propone adaptar la oferta a la demanda de la zona para asegurar la rentabilidad de los cursos y también se apunta a la opción de discriminar positivamente al profesorado de las zonas rurales de la comarca.
PIE DE FOTO. De izquierda a derecha: Miguel Ángel Jorge, Agencia Empleo de Altsasu; Loli Gutiérrez, coordinadora del proyecto Ersisi; Javier Artetxe, Asociación Empresarios de Sakana; Francisco Javier Paz, Presidente de la Mancomunidad de Servicios Sociales de Altsasu, Olazti y Ziordia; Paz Fernández, la directora gerente del Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare; Esther Calleja, gestora del proyecto Ersisi; Arantxa Erbiti, coordinadora de Servicios Sociales de Altsasu; Crisitina Irisarri, Asociación de Empresarios de Sakana; Susana Mendinueta, Cederna Garalur; Marta Lasterra, UPNA, Jone Gastaminza, gestora proyecto Ersisi, Patxi Tuñón, director general del Observatorio de la Realidad Social, Planificación y Evaluación de las Políticas Sociales y Luis Campos, de la consultora nPactos.
Nota de prensa:
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