La vicepresidenta primera y consejera de Economía, Hacienda, Industria y Empleo, Lourdes Goicoechea, acude en representación del Gobierno de Navarra al acto central de conmemoración del VIII Centenario de la Batalla de las Navas de Tolosa, que se celebrará mañana lunes, día 16 de julio, en La Carolina (Jaén), donde recibirá una de las medallas de honor de la efeméride. Está prevista la presencia de algún representante de la Casa Real y del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo

Lourdes Goicoechea recogerá la medalla de honor de las Navas de Tolosa, que ha sido concedida a la Comunidad Foral de Navarra en memoria de la activa participación en la batalla del rey Sancho VII el Fuerte al frente de las tropas de la corona navarra.

La ceremonia a la que asiste Goicoechea, que pronunciará un breve discurso, tendrá lugar en el salón de plenos del consistorio de la localidad jienense y forma parte de un amplio programa de actos culturales, religiosos e institucionales que incluyen la inauguración de un monumento que recordará la batalla y a quienes participaron en ella o la recreación de los combates.

A comienzos del siglo XIII el reino de Navarra vivía una coyuntura crítica. Los reinos cristianos del norte de la Península Ibérica estaban inmersos en rencillas continuas y Navarra trataba de salvaguardar la independencia ante sus vecinos, que le habían arrebatado el control de Guipúzcoa, Álava y el Duranguesado. Estas disputas se agravaron con el avance del imperio almohade por el sur.

Durante algunos años, Navarra y Aragón buscarían alianzas ocasionales con el Islam para contrarrestar el peso de Castilla, pero las victorias musulmanas acabaron por unir a los cristianos en una cruzada. Sancho VII de Navarra olvidó sus rencores y decidió participar en la ofensiva junto a las tropas castellanas, aragonesas, portuguesas y cruzados europeos.

El 16 de julio de 1212 obtuvieron una contundente victoria sobre los almohades en el campo de las Navas de Tolosa (Jaén), en la que el monarca navarro destacó evitando la retirada del ejército cristiano con un asalto al palenque del califa Miramamolín al-Nasir, que decidió la suerte del combate.

"La Batalla", como se la denominó en la época, marcó el inicio del declive del poder musulmán en la Península. El éxito de Sancho VII el Fuerte procuró grandes ingresos a la Corona navarra y le permitió consolidar la integridad territorial del reino y recuperar plazas ocupadas por castellanos y aragoneses, como San Vicente de la Sonsierra y Burgui.

Tras la victoria de las Navas de Tolosa se cambió el escudo de Navarra para adoptar el actual, que incluye las cadenas que evocan a las que, según la leyenda, rompió el rey Sancho el Fuerte para asaltar el refugio del califa, así como la esmeralda que supuestamente adornaría su turbante, lo que da una idea de la importancia que tuvo el hecho para la corona del reino.