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Los efectivos que conforman la vigésima promoción del cuerpo han recogido este jueves sus credenciales
Cinco de los agentes recogen sus acreditaciones.
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El vicepresidente primero y consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Javier Caballero, ha presidido esta mañana la toma de posesión de los 109 agentes que conforman la vigésima promoción de la Policía Foral, que alcanza con estas incorporaciones los 1.100 efectivos.
Durante su intervención, Caballero ha recordado a los nuevos agentes la dedicación y el “servicio eficaz” que les demanda “en estos tiempos de dificultad económica” la ciudadanía navarra, una sociedad “moderna y dinámica” que “reclama servicios de calidad” y que espera que los funcionarios públicos “primen un profundo sentido de servicio a sus conciudadanos y a las instituciones” frente a sus “legítimos intereses personales”.
El vicepresidente ha destacado también en su intervención la colaboración “especialmente intensa” que viene manteniendo la Policía Foral con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en virtud del acuerdo firmado en la Junta de Seguridad celebrada en junio de 2009 en Pamplona, que ha transcendido ámbitos especializados como el medio ambiente o el tráfico para alcanzar también otras áreas de la actividad cotidiana del cuerpo policial navarro, la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Ocho de los 109 policías que han jurado o prometido el cargo este jueves son mujeres, y un total de 89 agentes han nacido en Navarra. En cuanto al nivel de estudios, 14 están en posesión del graduado escolar, 15 cuentan con título de bachiller, 53 han cursado estudios de Formación Profesional, 15 son diplomados y 12 licenciados. La nueva promoción servirá para reforzar las comisarías de acuerdo con la siguiente distribución: 31 agentes han sido destinados a las dependencias de la Policía Foral en Pamplona, 14 a Tudela, 15 a Sangüesa, 19 a Estella, 10 a Tafalla, 10 a Elizondo y 10 a Alsasua.
Momento en que los agentes han lanzado sus boinas.
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El acto de recogida de placas y acreditaciones como policías ha tenido lugar esta mañana en el patio isabelino del Departamento de Cultura y Turismo y sede del Instituto Navarro de Administración Pública (INAP), en presencia de la presidenta del Parlamento de Navarra, Elena Torres, el director general de Interior, Juan Ramón Rábade, y el jefe de la Policía Foral, Alfonso Fernández Díez, así como de otras autoridades y representantes de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de la delegada del Gobierno en Navarra, Elma Sáiz Delgado.
Espíritu de servicio
El consejero ha iniciado el acto pasando revista a la formación, acompañado de la presidenta del Parlamento y del responsable de la Policía Foral, Alfonso Fernández Díez. A continuación, han accedido a la Presidencia junto con los demás miembros de la mesa y se ha dado paso al “Himno de Navarra”, que el auditorio ha escuchado en pie.
Tras una primera intervención de Fernández Díez, ha tenido lugar la toma de posesión. El inspector de la División de Comunicación. Luis Cemboráin, ha leído desde el atril la fórmula de juramento o promesa, tras lo que uno a uno los agentes han formalizado su incorporación al cuerpo. A continuación, han sido llamados de cinco en cinco los 109 nuevos policías para recoger la respectiva placa y su carné.
Acto seguido, Caballero ha tomado la palabra para recordar a la vigésima promoción de la Policía Foral la importancia de la labor que desarrollarán tras someterse a un “periodo de formación exigente y duro”. “El trabajo que ahora inician sólo pueden llevarse a cabo diariamente con un profundo espíritu de servicio a la comunidad y a los ciudadanos, con una entrega absoluta a ese servicio público y, al mismo tiempo, con lealtad y respeto a los principios inspiradores del sistema democrático recogidos en la Constitución, en la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y en nuestra propia normativa foral. Les animo a que esos valores y principios presidan y guíen toda su trayectoria profesional”, ha manifestado.
El consejero ha destacado el desarrollo experimentado por la Policía Foral a lo largo de su historia hasta alcanzar el estatus de “policía integral, capaz de atender las necesidades de cualquier tipo de seguridad, una policía cercana, por la manera de relacionarse con los ciudadanos y por su despliegue en las diversas zonas del territorio, y una policía moderna, con recursos para investigar crímenes complejos como el asesinato y desaparición del cadáver de María Puy Pérez y el crimen de Cordovilla, o la desarticulación de la red internacional de traficantes de droga de marzo del pasado año”.
Además, ha subrayado la “función esencial de carácter preventivo” que desarrolla la Policía Foral y ha transmitido a los nuevos agentes su apoyo ante las dificultades que afrontarán en su trabajo. Les ha recordado también que acceden a un cuerpo que mantiene “una alta posición como institución más valorada por los ciudadanos, en unión con otros cuerpos policiales,” en las encuestas conocidas como Navarrómetro, la última de ellas difundida el pasado mes de noviembre.
Agentes de la XX promoción de la Policía Foral.
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