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El Gobierno de Navarra ha iniciado los trámites para declarar este acto Bien de Interés Cultural
El Presidente Sanz y el resto de autoridades junto al mojón 262.
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El Presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz Sesma, ha asistido en el collado de Ernaz (Isaba) a la ceremonia del Tributo de las Tres Vacas, que los alcaldes del valle de Roncal y del valle francés de Baretous protagonizan todos los 13 de julio de cada año. Al acto también han asistido los consejeros de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Begoña Sanzberro Iturriria, y de Cultura y Turismo, Juan Ramón Corpas Mauleón, así como el Presidente de Aragón, Marcelino Iglesias Ricou, por la vinculación histórica del Valle aragonés de Ansó con estos valles.
Este año el Gobierno de Navarra ha iniciado los trámites para declarar este acto Bien de Interés Cultural, como Bien Inmaterial, y preservar esta actividad tradicional. Así se recoge en una resolución recientemente firmada por el director general de Cultura, Pedro Luis Lozano Úriz. Con anterioridad, han sido declarados Bienes de Interés Cultural los carnavales de Ituren, Zubieta y Lantz.
El Tributo de las Tres Vacas es el “tratado internacional” en vigor más antiguo de Europa y consiste en el pago del tributo de tres vacas que hace el valle de Baretous (Alto Bearn-Francia) a sus vecinos fronterizos navarros de los pueblos de Isaba, Garde, Urzainqui y Uztárroz, todos del valle de Roncal. Las vacas que se entregan tienen que ser sine mácula (sin mancha) y del mismo “astaje, pelaje y dentaje”.
Este acto conmemora el pacto entre ambos valles mediante el cual, los ganados franceses pastan en territorio roncalés durante un periodo del año y a cambio de ello, el valle de Baretous ofrece a los roncaleses tres vacas de idéntico “astaje, pelaje y dentaje” que se entregan en este acto festivo. Sin embargo, algunos historiadores consideran que se trata de tributo de guerra por su carácter de perpetuo, característica que identificaba a este tipo de tributo.
El acto se celebra en la piedra de San Martín, que señala la muga nº 262 entre España y Francia. Los alcaldes de ambos valles, ataviados con la indumentaria tradicional de la zona, colocan sus manos sobre la piedra y pronuncian la expresión “pax avant” (Paz de ahora en adelante) en señal de concordia y colaboración.
Esta fiesta tradicional tiene su origen en 1375, fecha en que una sentencia puso fin a diferentes disputas entre los valles de Baretous y Roncal, y ha venido celebrándose prácticamente sin interrupciones desde entonces.