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Premiada la comunicación “Valores de Salud en Ancianos Hospitalizados”, realizada por enfermeras del Hospital de Navarra
miércoles, 25 de mayo de 2005Una comunicación titulada “Valores de Salud en Ancianos Hospitalizados” realizada por un grupo de enfermeras de la Unidad de Neumología-Geriatría del Hospital de Navarra, ha obtenido el premio a la mejor comunicación del Área Clínica, en el IV Congreso de la Asociación vasca de Geriatría y Gerontología “Zahartzaroa”.
El trabajo, realizado por las enfermeras Idoia Valencia, Aranzazu Erburu y Concepción Molina, bajo la orientación de Jose Luis Larrion, médico adjunto de Geriatría del Hospital de Navarra, analiza el concepto “calidad de vida”, idea que engloba tanto el estado de salud y funcional, como la aspiración a un estado de salud. Una forma de medir dicho deseo es cuantificar las preferencias de cantidad versus calidad de vida. En los escasos estudios previos, los ancianos confirman su preferencia por vivir menos tiempo en un mejor estado de salud. El objetivo de este estudio es analizar esta cuestión en nuestro medio y tratar de comprender mejor las variables que predicen cada una de las preferencias.
Con este fin se analizaron los deseos de estado de salud en 60 mayores de 70 años, sin demencia ni cuadro confusional, ingresados en los Servicios de Geriatría y Neumología del Hospital de Navarra. En concreto, y en fechas cercanas al alta, se les interrogó sobre la siguiente cuestión: “¿por cuántos meses cambiaría un año de su vida en su estado actual de salud por un estado excelente?”. Como co-variables a considerar también por el mayor, se utilizaron parámetros como el estado socioeconómico, el nivel cultural, el estado funcional, la presencia de depresión, la autopercepción de la salud y su comparación con la percibida un año antes, el índice de comorbilidad, la presencia de dolor y las creencias religiosas.
Los hallazgos de esta muestra se asemejan a los de estudios previos: no existen razones aparentes que expliquen la gran variabilidad en las preferencias de salud. Aparte de posibles argumentos teóricos para este hecho, es indudable el gran desconocimiento sobre los valores de salud de los ancianos, por lo que queda abierta una línea de trabajo enriquecedora que puede ayudar notablemente en el momento de la toma de decisiones sanitarias, en las que se tiende a prejuzgar según conceptos no siempre ajustados a los valores de los ancianos.
Se concluye, por tanto, que existe un gran desconocimiento acerca de los valores de salud de los ancianos; que no es lícito tomar decisiones apriorísticas en función de los propios valores; y que es necesario, a la hora de tomarlas, atender con mayor rigor las verdaderas preferencias del mayor.
