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El Gobierno de Navarra publica un libro sobre la arquitectura palaciega de Pamplona en el siglo XVIII

jueves, 23 de diciembre de 2004

El Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno de Navarra ha publicado la obra Arquitectura señorial en Pamplona en el siglo XVIII, en la que su autora, Pilar Andueza Unanua, describe un periodo especialmente significativo para el desarrollo arquitectónico y urbanístico de la capital de Navarra.


La arquitectura señorial de Pamplona en el siglo XVIII

Portada del libro.

En el siglo XVIII, Pamplona registró un impulso arquitectónico de gran importancia, que prácticamente renovó el caserío de la ciudad. Los edificios de la época, levantados por la nobleza y la burguesía adinerada con caudales procedentes de las Indias y del comercio, muestran el gusto típicamente barroco por las construcciones robustas, de planta geométrica, con grandes zaguanes y escaleras de respeto en su interior, y al exterior fachadas generosamente ornamentadas, con aleros de gran vuelo, rejas de forja cincelada en los huecos inferiores, numerosos balcones, y portadas de piedra coronadas por notorios escudos de armas.

De este periodo de fervor constructivo datan las capillas de San Fermín y de la Virgen del Camino, y, sobre todo, edificios civiles de uso público, como Casa Consistorial, las Audiencias Reales y el Palacio episcopal, y de uso privado, en casas de vecindad y palacios señoriales, ubicados en calles que eran vías ceremoniales y escenario de la fiesta barroca, muy especialmente la calle Mayor, la calle Zapatería, así como la plaza del Consejo y la plaza del Castillo y su entorno.

Pilar Andueza ha articulado La arquitectura señorial de Pamplona en el siglo XVIII en dos partes. En la primera, de carácter introductorio, describe la situación de Pamplona en el XVIII como cabeza de del Reino y plaza amurallada, y se detiene en los usos y rituales sociales de la época, lo que en el lenguaje histórico se llama "la fiesta barroca".


En los capítulos siguientes, la autora da noticia detallada de la renovación urbanística de la ciudad, de las fuentes de financiación de las obras, procedentes de la emigración americana y del comercio y los negocios, y del estado de la arquitectura en la primera mitad de este siglo. En este último punto se detiene en aspectos externos del tejido urbano de la época, como las vías ceremoniales de la ciudad, el origen de la plaza del Castillo, la configuración de nuevos espacios como la plaza del Consejo, de la Navarrería y el actual Paseo de Sarasate, e internos de las casas, como la estructura de las plantas y la configuración de las fachadas. El último capítulo de esta primera parte está dedicado a fichas biográficas y profesionales de los maestros constructores de la época. En la segunda parte del libro (capítulos VI al XIII), se describen las casas señoriales más importantes de este periodo.

Documentación:
2312cu61.doc

Gobierno de Navarra

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