16 de septiembre de 2021

El 90% de participantes en los cursos de competencias digitales básicas del Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare consideran útil la formación

Un 79% indica que ha puesto en práctica lo aprendido

El ‘Plan de Choque’ en formación en competencias digitales básicas, llevado a cabo en  2020 por el Servicio Navarro de Empleo - Nafar Lansare (SNE-NL), organismo dependiente del Departamento de Derechos Sociales, tuvo un impacto positivo en la adquisición de competencias digitales básicas por parte de las personas participantes.

Así lo concluye el informe de evaluación del Plan elaborado por el Observatorio de la Realidad Social de Navarra, dependiente del Departamento de Derechos Sociales.

En dicha evaluación, el 90% de las personas participantes en los cursos consideran útil la formación.  De hecho, un 65,4% indican que les resultó de bastante o mucha utilidad, mientras que el 79% afirma haber puesto en práctica lo aprendido.

El SNE-NL ejecutó entre junio y octubre de 2020 el programa de Competencias Digitales Básicas, una formación dirigida a personas desempleadas, en ERTE o en mejora de empleo.

Se impartieron 100 cursos en los que participaron un total de 976 alumnos y alumnas.  128 de ellas cursaron la formación de primer nivel y posteriormente la de nivel II, por lo que el total de alumnado beneficiario del programa se cifra en 848 personas.

En cuanto a su distribución según sexo, los registros indican que el 60,3% de las participantes fueron mujeres, mientras que los hombres representaron el 39,7%. Por franjas de edad, el grupo de mayor participación es el comprendido entre los 35 a los 50 años, con un 42,6%, seguido de las personas mayores de 50 años, que suponen un 34% del total de participantes.

Aparecen en último lugar los menores de 34 años, con el 23,5% del total, situación en cierta medida lógica en tanto que la población joven suele tener menos dificultades para el uso de las TIC y el acceso a Internet.

Este programa se diseñó en los primeros meses de la pandemia por coronavirus y, por tanto, en un contexto socioeconómico de gran incertidumbre y con un importante incremento del desempleo como consecuencia de la paralización de la actividad económica y social.  

Las personas usuarias de la formación aprendieron a conectarse a Internet, el manejo del móvil, tablet y ordenador, la gestión de correo electrónico y de trámites públicos online, la realización de videoconferencias, el uso de firma electrónica y la redacción de textos y curriculum vitae.

Según el informe de evaluación, la población participante se encuentra, un año más tarde, en mejores condiciones de cara a la gestión de trámites online con la Administración pública. Asimismo, ha mejorado sus capacidades digitales y el uso de las mismas en la vida diaria.

Además, los conocimientos adquiridos sirven como puente para acceder a otro tipo de formación que ayude a mejorar su nivel de empleabilidad.

Objetivo de las personas que participan en la formación: mejorar las opciones de empleo y aprender a manejar el ordenador

La evaluación del programa estima que la población usuaria de la formación tiene actualmente niveles más altos de competencias digitales básicas que la población general. El 64,8% indicaron que estaban haciendo cosas distintas tanto en el uso de ordenador, como a través de la conexión a internet tras lo aprendido en el curso.

Por otra parte, la formación tuvo un impacto mayor en las competencias digitales vinculadas a la mejora de la empleabilidad que a las vinculadas al ocio y tiempo libre.

Buscar empleo o mejorar el que ya tiene, manejar un ordenador (de sobremesa o portátil) y conocer los riesgos asociados al uso de internet, fueron los ítems en los que se registró un mayor impacto entre ambos grupos de comparación. Se trata de elementos, especialmente los dos primeros, que se encuentran directamente relacionados con la empleabilidad, por lo que, en ese sentido, el curso alcanzó uno de sus objetivos estratégicos.

Respecto al objetivo de mejorar la conexión con la Administración, más del 56% de personas que asistió al curso declaró una mejora en este aspecto, mientras que más del 57% de la población general indicó que no ha mejorado desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, en ambos grupos se ha observado un porcentaje todavía bajo de mejora en lo que refiere a gestiones con entidades privadas y compra y venta por Internet (38,6% de la población general y 36,6% de la población usuaria de la formación).

Las personas usuarias declaran un alto grado de satisfacción con el profesorado, las instalaciones y los resultados de la aplicación de los conocimientos adquiridos. Esta satisfacción se refleja en el hecho de que han incorporado las habilidades adquiridas en sus quehaceres diarios.

El papel de los ayuntamientos y de los servicios sociales de base y unidades de barrio ha sido estratégico de cara a la difusión, acceso e impartición de los cursos, de forma que representa un ejemplo de buena práctica en cuanto a la colaboración entre distintas administraciones.

Demanda superior a la oferta

Esta evaluación se enmarca dentro de la estrategia general del SNE-NL de evaluación de las políticas activas de empleo como base para mejorar el impacto de las mismas en la sociedad y sirve para programar futuras actuaciones.

Por ejemplo, ha puesto de manifiesto que este tipo de formación tiene un gran volumen de demanda, incluso superior al de la oferta formativa.

Desde ayuntamientos y servicios sociales de base también se ha mostrado un elevado grado de acuerdo con la posibilidad de seguir impartiendo este tipo de formación en el territorio, no sólo como un plan de choque sino de forma permanente. Así, plantean la posibilidad de poder acceder a este tipo de cursos cuando se disponga de un número suficiente de personas interesadas en participar de forma voluntaria o a las que se les ofrezca esta formación dentro de un programa de inserción laboral o de carácter social.

Por el momento, en el caso del empleo, el análisis cuantitativo indica que para que tenga un efecto más directo en cuanto al acceso de un nuevo puesto de trabajo, este debe contar con una duración y amplitud suficientes. Estos cursos de corta duración, sirven al alumnado como puente para acceder a otro tipo de formación que ayude a mejorar su nivel de empleabilidad.