25 de mayo de 2021

La consejera Ollo inaugura una exposición sobre infraestructuras defensivas de la II Guerra Mundial

La muestra “Fronteras de Hormigón” se podrá visitar hasta el 4 de septiembre en el Planetario
Nico Zuazua, comisario de la muestra, presenta uno de los paneles
Nico Zuazua, comisario de la muestra, presenta uno de los paneles  Descargar imagen Ver galería de imágenes

La consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, ha inaugurado esta mañana la exposición “Fronteras de Hormigón”, dedicada a las infraestructuras defensivas construidas en el contexto de la II Guerra Mundial, que podrá visitarse hasta el 4 de septiembre en el Planetario de Pamplona.

La exposición, organizada por el Instituto Navarro de la Memoria, propone un viaje por el Muro Atlántico y la Fortificación del Pirineo, “dos infraestructuras defensivas promovidas por los regímenes totalitarios de Adolf Hitler y Francisco Franco”, ha señalado la consejera Ollo, quien ha añadido: “Fronteras de Hormigón es una nueva propuesta, que nos aproxima a otra de las manifestaciones represivas del régimen franquista, en particular, y de los fascismos en general: los trabajos forzados”.

La exposición desvela las motivaciones estratégicas que llevaron a la concepción del Muro Atlántico y de la Fortificación del Pirineo, muestra el desarrollo de estos dos proyectos y, ha querido remarcar la consejera Ollo, “dedica especial atención a sus auténticos protagonistas, centenares de miles de trabajadores, en su mayoría represaliados políticos del nazismo y del franquismo sometidos a terribles condiciones de miseria y violencia”.

Miles de estructuras militares, levantadas, en primera instancia, por prisioneros republicanos españoles, fortificaron el Pirineo para evitar el ataque de los aliados. Estas estructuras defensivas comunes en la Europa de entreguerras, crecieron exponencialmente con la llegada al poder de los regímenes fascistas.

En la inauguración también han estado presentes Martín Zabalza, director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos; José Miguel Gastón, director del Instituto Navarra de la Memoria; Nico Zuazua y Carlos Zuza, comisarios de la exposición; los profesores Fernando Mendiola y Jesús Villadangos de la UPNA; Antonio Muñoz, de la Universidad de Lisboa; y Luís Casado, de la Fundación Iddeas. Todos ellos han participado en la organización de esta exposición.

La exposición se complementa con la recreación realista de un búnker de Erratzu mediante realidad virtual. Dicho búnker fue objeto de un campo de voluntariado juvenil en el año 2019. La recreación se podrá descargar desde un enlace que se presenta en la página web de la exposición en castellano y euskera.

La muestra se presenta, igualmente, en lenguaje universal accesible, con la intención de acercarla a las personas con algún tipo de discapacidad.

Difusión de patrimonio memorialista

El Instituto Navarro de la Memoria, se hace eco, con esta exposición, del trabajo de investigadores y asociaciones memorialistas, como el Instituto Gerónimo de Uztáriz y Memoriaren Bideak, y pretende favorecer la divulgación de esta realidad de nuestro pasado. Además, al igual que viene haciendo con el reconocimiento y difusión de los Lugares de Memoria, quiere convertir estos parajes en espacios de reflexión crítica sobre todos los procesos de vulneración de los derechos humanos, tanto del pasado como del presente, dirigida especialmente a las generaciones más jóvenes, para quienes se han organizado desde 2017 campos de voluntariado juvenil en verano para la recuperación de algunos de estos espacios, dentro del programa Escuelas con Memoria, por la Paz y la Convivencia

La muestra se enmarca dentro de las líneas de actuación para la difusión del patrimonio memorialista que lleva a cabo el Instituto Navarro de la Memoria, que, dentro de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, impulsa políticas públicas de memoria que ponen el foco en el reconocimiento de las víctimas de la represión. Así, se han organizado ya muestras como Lur Azpian-Bajo Tierra, que aborda la represión física ejercida por los sublevados y rememora el movimiento familiar que recuperó sus restos en 1978; y Ezkaba 1938-2018, referida a la reclusión y violencia ejercida sobre miles de prisioneros en el Fuerte de San Cristóbal.