Un total de 121 proyectos de innovación desarrollados por 138 empresas se beneficiarán de la convocatoria de ayudas del Departamento de Desarrollo Económico y Empresarial, por la que asignará 11,37 millones de euros, entre 2020 y 2022, para desarrollar iniciativas de I+D.
El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Manu Ayerdi, ha dado a conocer los resultados de esta convocatoria, que se lanzó en el mes de enero, con un importe máximo previsto de 12 millones de euros. Las ayudas, cofinanciadas en un 50% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), se enmarcan en el Plan de Ciencia y Tecnología aprobado por el Gobierno de Navarra y buscan impulsar la capacidad competitiva de las empresas navarras a través de la I+D+i.
En este sentido, para propiciar proyectos de “investigación industrial” y de “desarrollo experimental”, el Ejecutivo foral había previsto tres modalidades distintas. Así, se subvencionarían proyectos individuales, realizados por una única empresa; proyectos de colaboración entre al menos dos empresas independientes (una de ellas pyme); y, por último, proyectos de transferencia del conocimiento, impulsados entre una o varias empresas y uno o varios organismos de investigación y difusión de conocimientos situados en Navarra.
En total, se presentaron 311 expedientes, de los que, tras descartar aquellos que no cumplían los requisitos exigidos o estaban duplicados, se evaluaron un total de 285. De todos ellos, aprobaron 151. No obstante, la partida presupuestaria finalmente alcanzó a 121 proyectos. De hecho, treinta proyectos de transferencia de conocimiento que habían sido aprobados se quedan fuera por falta de presupuesto.
Precisamente los proyectos de transferencia de conocimiento son los que han acaparado la mayor parte de la partida presupuestaria, con 5,9 millones de euros (el 51,8% del importe abonado). Por su parte, los proyectos individuales han supuesto 3,6 millones de euros (el 31,9%). Las iniciativas colaborativas han recibido 1,8 millones de euros (el 16,1%).
34 millones de inversión
Los 11,3 millones destinados a ayudas impulsarán una inversión privada en I+D de 23 millones de euros adicionales, lo que supone un gasto total en I+D de 34,3 millones, tal y como ha precisado el consejero Ayerdi.
De esos 11,3 millones adjudicados, 3.666.352,55 euros han recaído consorcios de empresas y organismos de investigación y 7.713.315,12 euros en proyectos únicamente de empresas. “Si nos fijamos únicamente en el dinero que aportamos a las empresas, y no a organismos de investigación, con una ayuda de 7,7 millones de euros se impulsa una inversión en I+D de 23 millones adicionales, suponiendo un gasto total en I+D de 30,7 millones”, ha explicado Ayerdi, recalcando que en este caso la intensidad de la ayuda ha sido del 25%.
Automoción, renovables y salud
Las ayudas se dirigían a sectores identificados como prioritarios en la Estrategia de Especialización Inteligente de Navarra (RIS3). En concreto, buscaba financiar proyectos relacionados con el automóvil y mecatrónica, cadena alimentaria, energías renovables y recursos, salud, turismo integral e industrias creativas y digitales.
Por sectores, el más beneficiado ha resultado el de automoción y mecatrónica, que recibirá 2,9 millones de los 11,3 asignados. Le siguen, por ese orden, energías renovables, cuyos proyectos se han subvencionado con 2,15 millones; y salud, donde las ayudas públicas ascienden a 2 millones. La resolución prevé también asignar 1,77 millones a iniciativas de I+D relacionadas con la cadena alimentaria y otro medio millón de euros para industrias creativas. El resto, otros 1,9 millones, se reparte entre proyectos de diversa índole.
Las empresas y consorcios beneficiarios deberán dedicar las ayudas a cubrir gastos relacionados directamente con las actividades de I+D, como personal, materiales, amortización de equipos y colaboraciones externas.
En líneas generales las ayudas ascendían, como máximo, a 200.000 euros por proyecto. No obstante, media decena de proyectos, todos ellos de transferencia de conocimiento, han visto superado este importe, atendiendo a las posibilidades que ofertaba la convocatoria. En cualquier caso, la intensidad de la ayuda nunca podía superar el 80% del presupuesto aceptado, en función del tamaño de la empresa y la modalidad y calificación del proyecto, con un mínimo del 10%.