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Navarra inoculó 1,6 millones de vacunas frente al COVID-19, alcanzando al 88% de la población
24 de febrero de 2023
Navarra inoculó 1,6 millones de vacunas frente al COVID-19, alcanzando al 88% de la población
Navarra distribuyó 1,6 millones de vacunas durante la pandemia del COVID-19, de forma que hasta un 88% de la población recibió al menos alcanzando una dosis. Este es uno de los datos recogidos en el monográfico Análisis de la Pandemia de COVID-19 en Navarra, presentado hoy en Pamplona. Se trata de un número especial, incluido en la revista científica Anales del Sistema Sanitario, en el que, a través del trabajo de más de 140 autores, se profundiza de forma transversal en el impacto y respuesta ante la pandemia de COVID-19 desde los ámbitos sanitarios y de gestión de la Comunidad Foral así como su evaluación e impacto en la salud de toda la ciudadanía.
Asimismo, en este trabajo, de más de 600 páginas, se abordan aspectos claves en la contención del virus como la estrategia de detección, la adaptabilidad normativa a las diferentes fases pandémicas y la estrategia extensiva de vacunación, que ha supuesto la inoculación de más de 1,6 millones de dosis en Navarra y que redujo a menos del 2% los casos que requerían hospitalización.
En un acto celebrado en el Archivo de Navarra y que ha arrancado con un minuto de silencio en memoria de los fallecidos durante la pandemia, la Presidenta de Navarra, María Chivite, ha querido, en primer lugar, recordar a las víctimas, así como a sus familiares. “El impacto humano es doloroso”, ha dicho, a la vez que ha agradecido el “esfuerzo impresionante y el trabajo de los y las profesionales sanitarios y gestores” ante “una de las pruebas más complicadas a las que ha tenido que enfrentarse nuestro sistema”.
Asimismo, la Presidenta ha destacado que el trabajo que se ha presentado es necesario para “aprender de las lecciones de la pandemia” y ha mostrado el compromiso del Gobierno con el sistema público de salud, una “prioridad” del Ejecutivo navarro. “Desde un punto de partida sólido, somos conscientes de que hay que seguir aprendiendo y mejorando, planificando el abordaje de los diferentes retos, desde el envejecimiento poblacional y la estrategia de crónicos hasta la salud mental y los programas de detección precoz y autocuidado; la sociedad cambia y la debemos acompañar en esos cambios desde las políticas sanitarias”, ha subrayado. “La igualdad de oportunidades, el acceso al sistema y la equidad deben ser los pilares básicos donde se sustente nuestro sistema sanitario y la razón de ser de nuestro trabajo”, ha destacado.
En el acto, en el que también han intervenido la consejera de Salud, Santos Induráin, el director general de Salud, Carlos Artundo, el director y cofundador del Observatorio Europeo de Políticas de Salud y Sistemas Sanitarios, Josep Figueras, y el epidemiólogo y médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Pedro Gullón, Indurain ha valorado la importancia de un monográfico “profundo y completo”, que supone “una reflexión local para un fenómeno global”. “Se trata de recoger y aportar para el resto de sistemas sanitarios, entidades y colegas, un aprendizaje fundamental a futuro porque los virus no conocen fronteras, pero el derecho a la salud pública tampoco”. “Sólo un sistema sanitario público potente nos permitió sobrellevar el enorme reto de la pandemia y sólo fortaleciendo la sanidad pública conseguiremos salir adelante si queremos construir un mundo en clave de cohesión y equidad”, ha recordado.
Por su parte, el director del Observatorio Europeo de Sistemas de Salud, Josep Figueras, ha destacado la gestión realizada por la Comunidad Foral y el valor del monográfico Análisis de la Pandemia de COVID-19 en Navarra, en una intervención en la que ha analizado la resiliencia del sistema sanitario post-COVID y las estrategias claves de cara a futuras emergencias sanitarias.
Diez capítulos y 37 artículos para un análisis transversal
El monográfico ha contado con la participación de más de 140 autores, que desde sus diferentes ópticas profesionales han desarrollado un número que cuenta con diez capítulos y 37 artículos. El primero profundiza en la gestión de la pandemia, la toma de decisiones estratégicas en un entorno dinámico y cambiante como era la emergencia global y la adaptabilidad normativa como instrumento de apoyo al control de la pandemia, periodo en el que se desarrollaron más de 130 órdenes forales, decretos y resoluciones que modularon la normativa en un escenario complejo como el de las ocho olas epidémicas consecutivas. Asimismo, se recoge la intensa colaboración mantenida con las entidades municipales y los sectores económicos en aras de preservar al máximo posible la salud de la ciudadanía navarra con la vida social, económica y emocional en un contexto como el creado por el COVID-19.
Dentro del papel de la Salud Pública durante este periodo, en el monográfico se desgrana la estrategia de vigilancia y detección del virus así como la organización del sistema de rastreo y seguimiento de casos. En ese sentido, se detallan algunas de las líneas estratégicas para el control de la transmisión, como la detección precoz a través de los cribados poblacionales. En la Comunidad, a través de un engranaje de varios servicios, se realizaron cribados de detección en distintos ámbitos: laboral, penitenciario, sociosanitario, escolar, poblaciones con altas incidencias de casos y cualquier otra situación especial que implicase un riesgo para la salud pública.
Otro aspecto muy relevante y clave en la contención del virus y en la reducción de la gravedad y letalidad fue la Estrategia de Vacunación, un proceso extensivo y gradual y a través del cual se inocularon en Navarra más de 1,6 millones de dosis desde el comienzo del proceso de vacunación a finales de diciembre de 2020. Hasta septiembre de 2022, el 88% de la población había recibido alguna dosis de vacuna frente al COVID-19, estimándose según los estudios de Salud Pública que la extensión de la vacunación introdujo cambios decisivos en la epidemiología de la enfermedad, reduciendo a menos del 2% los casos que requerían hospitalización, del 0,1% los que ingresaban en UCI y del 0,5% la letalidad. Asimismo, desde febrero de 2020 hasta septiembre de 2022, se confirmaron vía prueba diagnóstico 295.424 personas con COVID-19 (45% de la población), 8.594 requirieron ingreso hospitalario (1,3%), 832 ingresaron en unidades de cuidados intensivos (1,3 por 1000) y 1.725 fallecieron (2,6 por 1000). Navarra fue puntera en cuanto a capacidad de detección a nivel nacional y durante buena parte de la pandemia se situó como la comunidad con mayor tasa de pruebas diagnósticas (PCR y antígenos) realizadas por habitante.
Protección de profesionales y estudios de inmunidad
La revista asimismo aborda la capacidad de adaptación del sistema sanitario en los niveles de Atención Primaria, hospitalaria y la Red de Salud Mental, incluyéndose en este epígrafe la gestión de personal del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O), la protección de los profesionales con compras de EPIs –sólo en 2020 se adquirieron más de 11 millones de mascarillas- o la gestión de camas hospitalarias con el apoyo de métodos matemáticos de predicción. En cuanto a la protección frente al COVD-19 de los profesionales, además de las propias medidas preventivas, se desarrollaron distintos trabajos como el Programa de seroprevalencia entre profesionales sanitarios y sociosanitarios (SEPROSANA), que reveló que el 7,2% (junio de 2020) y el 9,4% (noviembre de 2020) de los profesionales navarros habían desarrollado anticuerpos frente al COVID-19, porcentajes similares de anticuerpos a los de la población general, un dato que destacaba el trabajo de protección a los profesionales navarros.
En esa misma línea, el departamento de Salud y el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) realizaron el pasado año un amplio estudio de seroprevalencia para conocer la inmunidad de la población navarra, siendo el trabajo más amplio hasta el momento de su publicación en el ámbito nacional sobre inmunidad de población general.
El monográfico, por otra parte, evalúa aspectos relacionados con la dimensión social de la pandemia, como el desarrollo de actuaciones sobre población vulnerable e intervenciones de alto impacto, y, a su vez, desgrana algunos de los aprendizajes y retos de futuro derivados de la emergencia global, especialmente en el área sanitaria. En ese sentido, las diferentes aproximaciones recalcan la necesidad desde los niveles globales hasta los locales de una “preparación previa para articular respuestas rápidas y afrontar acciones concretas”, como la existencia de “almacenamientos estratégicos de equipos de protección y material sanitario básico”, la disposición de planes de contingencia en Atención Primaria, Hospitalaria, Salud Mental y Urgencias con unos protocolos que se deberán actualizar y renovar regularmente o la “existencia de la garantía de suministros básicos con proveedores locales”.