La desvenlafaxina es el metabolito activo de la venlafaxina.
En tres ensayos frente a placebo, los resultados no fueron consistentes en la reducción de la puntuación de la escala HAM-D17.
Los efectos adversos más habituales fueron gastrointestinales y trastornos del sueño. No hay datos de seguridad a largo plazo.
En el único ensayo frente a comparador activo, escitalopram, realizado en mujeres postmenopáusicas y utilizando dosis altas, no consiguió mostrar superioridad.
El laboratorio retiró la solicitud de comercialización, tras una evaluación inicial del Comité de Medicamentos de Uso Humano (EMA) que concluía que la desvenlafaxina resulta menos efectiva que la venlafaxina y no presenta ventajas en seguridad.