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El “Proyecto Ezkaba” incide en la localización e identificación de los fugados e incluye un sendero GR sobre la ruta seguida, un campo de trabajo internacional o un libro sobre el papel de las mujeres
Transcripción textual del video
El Gobierno de Navarra rememorará la fuga de presos de la cárcel de San Cristóbal con un amplio programa de actuaciones, con el objetivo de contribuir al recuerdo de aquellos acontecimientos y a la preservación de la memoria, en el 80º aniversario de la fuga que se cumplirá en 2018.
Se trata del “Proyecto Ezkaba”, que ha sido presentado esta mañana por la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, y por el director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Álvaro Baraibar. El proyecto, que incide en la iniciativa de localizar e identificar a los fugados de San Cristobal, contará con la colaboración de instituciones y asociaciones memoralistas de todo el Estado para la localización de familiares que permitan identificar los cuerpos recuperados.
Vista aérea del fuerte y cárcel de San Cristóbal.
El Gobierno de Navarra rememorará la fuga de presos de la cárcel de San Cristóbal con un amplio programa de actuaciones, con el objetivo de contribuir al recuerdo de aquellos acontecimientos y a la preservación de la memoria, en el 80º aniversario de la fuga que se cumplirá en 2018.
Se trata del “Proyecto Ezkaba”, que ha sido presentado esta mañana por la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo, y por el director general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Álvaro Baraibar. El proyecto, que incide en la iniciativa de localizar e identificar a los fugados de San Cristobal, contará con la colaboración de instituciones y asociaciones memoralistas de todo el Estado para la localización de familiares que permitan identificar los cuerpos recuperados.
Así, el Gobierno de Navarra ha establecido contactos con los Gobiernos de Andalucía (Dirección General de Memoria Democrática de la Consejería de Cultura); Aragón (Departamento de Presidencia); Cataluña (Dirección General de relaciones Institucionales); Extremadura (Servicio de Patrimonio cultural y archivos); País Vasco (Instituto GOGORA) y Valencia (Consellería de Justicia); los Concellos de Santiago de Compostela y Pontevedra, el Ayuntamiento de Madrid; además de Instituciones académicas y de recuperación de Memoria Histórica como GEHCEX (Grupo de Investigación de Extremadura), HISTAGRA de Galicia; y Asociaciones memorialistas como la ARMH (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica), AMESDE (Asociación Memoria Social y Democrática), o el Foro por la Memoria de Segovia y Castilla León
A esta línea de trabajo se suman, entre otras, la reconstrucción de la ruta que los fugados siguieron en su intento de alcanzar la libertad mediante un sendero GR; la organización de un campo de trabajo internacional en torno al Cementerio de las botellas; o la edición de un libro y el montaje de una exposición que reivindican el papel de las mujeres parejas de los presos y su relación de solidaridad con mujeres de Pamplona.
Ana Ollo ha señalado que el proyecto recoge las líneas prioritarias de las políticas públicas de la memoria, “que debe construirse desde una mirada crítica al pasado huyendo de la desmemoria y del olvido”. Ha añadido que “el Fuerte Ezkaba debe convertirse en una herramienta con la que construir una memoria viva y activa, crítica con todos los procesos de vulneración de los derechos humanos tanto del pasado como de la actualidad, estableciendo garantías de no repetición, con la mirada puesta en el futuro y en las próximas generaciones.
Sendero GR 225: la fuga de Ezkaba
Por su parte, Álvaro Baraibar ha detallado las actuaciones incluidas en el Proyecto Ezkaba. Una de ellas consiste en la reconstrucción de la ruta que los fugados siguieron en su intento de alcanzar la libertad que les podía ofrecer Francia, con un sendero GR de montaña, GR 225, que continúa los trabajos iniciados en este campo por voluntarios como Fermín Ezkieta, Rafa Aldai y Fernando Marticorena, quienes han recuperado el trazado que los fugados pudieron seguir hacia el Valle de Alduides. El proyecto se desarrolla en colaboración con la Federación Navarra de Montaña y tiene como objetivos incentivar el conocimiento del entorno rural de los espacios por donde transita y promover el conocimiento de unos hechos históricos, ocultados durante años, a través de una práctica de ocio que permita integrar la historia y promover valores de paz, convivencia y reconocimiento de la diversidad.
El GR, que estará practicable este verano, se divide en cuatro etapas, teniendo en cuenta que se dirige también a un público familiar:
- Fuerte de San Cristóbal – Olabe (13,8 km).
- Olabe – Saigots (14,1 km).
- Saigots – Sorogain (15,4 km).
- Sorogain – Urepel (9,8 km).
Campo de trabajo en el Cementerio de las Botellas
En colaboración con el Instituto de Deporte y Juventud, se ha organizado un campo de trabajo internacional en torno al Cementerio de las Botellas, que se desarrollará entre el 25 de julio y el 8 de agosto, dirigido a jóvenes de entre 18 y 30 años. Cuenta con 25 plazas, la mitad de ellas internacionales y el resto para jóvenes del Estado español.
El Cementerio de las Botellas está situado en la ladera norte del monte Ezkaba. Allí fueron enterrados 131 presos fallecidos en la prisión del Fuerte de San Cristóbal durante los primeros años de la dictadura del general Franco, muchos de ellos con una botella a la altura de las rodillas con documentación que les identificaba. El objetivo de esta iniciativa se centra en dignificar este recinto, mejorando los accesos y la información pública para los visitantes.
La mujer y las redes de solidaridad con los presos
Asimismo, el Gobierno prepara otras dos iniciativas dirigidas a resaltar la importancia de las redes de solidaridad que se tejieron entre mujeres de Pamplona y las parejas de los presos, venidas desde distintos lugares del Estado, para ayudar a los presos a sobrellevar de la mejor manera su encierro en condiciones inhumanas.
En primer lugar, se está elaborando un libro basado en una investigación de Amaia Kovachs, quien ha recogido las historias de mujeres que bien por su ideología o bien por su solidaridad se movilizaron para ayudar a los presos. Su publicación está prevista para finales de 2017. Como continuación de esta iniciativa, en la primavera de 2018 se inaugurará una exposición basada en esta investigación, y que integrará objetos de los presos que han conservados los familiares: correspondencia, paneles explicativos, etc.
Otras actuaciones en marcha
Estas actuaciones se unen a otras que ya se llevan realizando en los últimos dos años, como el plan de exhumaciones de fugados y presos de la cárcel de San Cristóbal, desarrollado en colaboración con la Sociedad de Ciencias Aranzadi. En 2016 se han llevado a cabo exhumaciones en Olabe y Usetxi y en 2017, en Burutáin.
Álvaro Baraibar ha recordado también el curso de formación iniciado el pasado año “Lugares y Rutas de Memoria” con motivo de las jornadas sobre “Fascismo y lugares de memoria”, en el que han participado 56 docentes de 35 centros educativos de toda Navarra y que ha dado origen a un proyecto de trabajo en red: “Escuelas con memoria”. Actualmente, un grupo de profesores y profesoras están trabajando en la elaboración de una propuesta educativa que gira en torno al fuerte como “Lugar de Memoria”. Al mismo tiempo, se está diseñando un plan de visitas para los centros educativos, que se iniciará este mes de junio con un grupo de centros educativos franceses que llegarán a Pamplona dentro del programa de intercambios escolares que el Gobierno está desarrollando en el marco de este proyecto de “Escuelas con Memoria”.
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