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La Presidenta Barkos transmite el reconocimiento de Navarra a la labor de los Maristas Azules en Alepo viernes, 02 de diciembre de 2016
Ha presidido la entrega del Premio Internacional “Navarra” a la Solidaridad al Hermano Georges Sabe
Transcripción textual del video
Uxue Barkos, Georges Sabe y Txomin García Hernández.
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La Presidenta de Navarra, Uxue Barkos, ha entregado este mediodía el XIV Premio Internacional “Navarra” a la Solidaridad al hermano Georges Sabe en representación de los “maristas azules” de Alepo (Siria), por su trabajo en la zona del conflicto armado para atender a las personas damnificadas por la guerra. El acto ha contado asimismo con la intervención del vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, y del presidente de Laboral Kutxa, Txomin García Hernández, así como con la presencia de la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo.
En su intervención, la Presidenta Barkos ha transmitido en nombre del Gobierno y de toda la ciudadanía navarra “el profundo agradecimiento y reconocimiento a la labor que realizáis en Alepo junto con toda la familia de Maristas Azules. La verdad es que es un auténtico privilegio poder contar hoy aquí con tu presencia y deseo además que en tu breve estancia puedas percibir el apoyo y la solidaridad de nuestra tierra”.
Ha agradecido asimismo “el sentido de la Responsabilidad Social que tiene Laboral Kutxa, una de cuyas muestras es la organización conjunta de este Premio Internacional “Navarra” a la Solidaridad cuya trayectoria y contenido ha permitido dar a conocer distintas causas sociales y a sus protagonistas, y que sin su imprescindible participación no habría sido posible. Y hoy lo que conjuntamente proponemos es recordar uno de los dramas que vive nuestro mundo, hacerlo en homenaje a aquellos que están dando lo mejor de sí mismos y procurar que el objeto de su trabajo no caiga nunca en el olvido”.
Georges Sabe se dirige a los asistentes al acto.
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Tras recordar que “la guerra ha causado la muerte de más de 300.000 personas, más de un millón y medio han sido heridas, 5 millones de sirios han buscado refugio en el extranjero, y más de 7 millones se han tenido que desplazar de sus hogares realojándose en otras ciudades o pueblos del propio país”, la Presidenta ha dicho que la Alepo actual es una sombra de lo que fue la mayor ciudad y el corazón económico del país, y ha recordado la violenta ofensiva aérea de noviembre, para mostrar “la vergüenza que como europeas y europeos nos produce esta situación. La crudeza de cinco años de guerra no provocó el despertar de la conciencia europea hasta que un día de septiembre del año pasado la imagen de Aylan Kurdi, el niño de tres años muerto en una playa turca, llegara a nuestros hogares. Y desde entonces tampoco las instituciones europeas y de sus países miembros han sabido responder ni a la situación interna que vive Siria, ni a la de su población refugiada fuera de sus fronteras”.
“El premio que hoy entregamos a los Maristas Azules, es un reconocimiento precisamente que contrasta con lo que acabo de señalarles –ha dicho más adelante Uxue Barkos-. Supone un reconocimiento a su implicación constante por paliar las graves consecuencias del conflicto armado, y desde una posición firme en favor de la paz y de la convivencia sin importar la confesión ni la identidad colectiva”.
“En el interior del país, la acción humanitaria tanto siria como internacional, debe realizarse bajo condiciones mínimas de seguridad”, ha afirmado la Presidenta. “En este sentido, el llamamiento de Naciones Unidas para respetar el trabajo humanitario es de urgente cumplimiento. Asimismo, el trabajo de reconciliación, que ojalá más pronto que tarde se imponga, deberá ser afrontado bajo los principios de verdad, justicia y reparación”. En este punto, Uxue Barkos ha resaltado la importancia del trabajo de los Hermanos Azules, representados por el Hermano Georges Sabe. “Son admirables –ha dicho- vuestra dedicación y trabajo en favor de los más vulnerables, vuestros valores de compasión con el sufrimiento del otro, de conciliación y trabajo conjunto entre los grupos sociales diferentes, y como no, vuestra propia supervivencia y lucha no violenta en un contexto altamente inseguro. Todo ello es merecedor de admiración, y además es un soplo de esperanza de que se puede resolver el conflicto y paliar sus consecuencias”.
Población refugiada
Respecto a la población refugiada, la Presidenta ha destacado que la comunidad internacional se enfrenta a dos retos: “por una parte el sostenimiento en los países limítrofes de los campamentos que Naciones Unidas atiende a través de sus agencias humanitarias y ONG internacionales y para los que viene reclamando año tras año mayores aportes ante los insuficientes recursos con que cuenta para atender a los millones de personas ahí acogidas. Y el segundo reto, consecuencia directa e indirecta del primero, la denominada crisis de refugiados a la que se enfrenta la Unión Europea, y que ha hecho tambalear sus cimientos al no dar una respuesta unificada, ágil, rápida, y digna a los refugiados y refugiadas que en su deseo de huida de la guerra han intentado alcanzar una tierra de exilio protectora dentro de las fronteras europeas”.
Por otra parte, la presidenta ha querido mostrar “el compromiso de la ciudadanía y de sus instituciones de este pequeño rincón de Europa que es Navarra, con la crisis humanitaria Siria: así, a través de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) se ha venido apoyando acciones humanitarias en diversas ciudades sirias en los años 2013, 2014 y 2016, por un importe total de 390.000 euros. Por otra parte, se ha contribuido al sostenimiento de los campamentos de refugiados sirios en Jordania mediante el apoyo a UNICEF en 2012 y 2015, con una aportación total de 120.000 euros, a los campamentos de refugiados sirios en Líbano, Egipto y Turquía mediante el apoyo a Acción contra el Hambre en los años 2012, 2013 y 2016 con una aportación de 380.000 euros. Este compromiso, también se ha materializado en nuestra participación en el programa de protección internacional a refugiados y asilados del estado español, así estamos colaborando con Cruz Roja Navarra y con el Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR) en el programa de atención a refugiados, entre los que se encuentran algunas personas y familias huidas de la guerra siria”.
Al concluir su intervención, la Presidenta ha deseado que el trabajo de los Hermanos Azules “vuelva a ser pronto el de la atención educativa y la acción social con la juventud siria y que extiendan sus valores de paz y conciliación a lo largo del país”.
El vicepresidente Laparra, por su parte, ha recordado que en esta edición del Premio se acordó proclamar ganadora, por unanimidad, a los Hermanos Maristas de Siria, “en reconocimiento por su labor en una de las zonas más afectadas por la guerra de Siria, Alepo”, donde los Hermanos Maristas han estado desde 1904. “Al comienzo de la guerra –ha dicho el consejero- los Hermanos Maristas deciden seguir en Alepo y reorientan su labor para atender a los desplazados del conflicto armado, colectivo que empezaba a ser muy numeroso. Surge así el grupo denominado “Maristas Azules”, formado por una comunidad de religiosos y más de 50 voluntarios y voluntarias. Su tarea la vienen realizando en el barrio que los cristianos llaman “Djabal Al Sayde” (la colina de Nuestra Señora) y los musulmanes “Cheikh Maksoud”, al norte de Alepo y destino de muchos desplazados internos del país, de camino hacia los pasos fronterizos y los campamentos de refugiados de Turquía, pero también de habitantes de Alepo cuyas casas están en medio de las refriegas entre los diferentes grupos armados”.
Tal como ha recordado el vicepresidente, “es a través de su acción que han puesto en marcha dispositivos de acceso a agua potables, distribución de alimentos (“Cesta de la montaña” para las familias cristianas desplazadas de Djabal Al Saydé, “Cesta de los Maristas Azules” para las familias musulmanas desplazadas o “Cesta de la Oreja de Dios” para las familias que viven en gran precariedad sin estar desplazados), programa de “gota de leche” para menores de 10 años o lactantes, distribución de materiales y enseres de primera necesidad, realojo de desplazados, proyecto “Civiles heridos de Guerra” atendiendo a la población herida por proyectiles, morteros o balas en el Hospital San Luis de Alepo; o diversos proyectos educativos”.
El vicepresidente ha destacado finalmente la importancia de “seguir apostando por la cooperación al desarrollo como forma de luchar por el respeto de los derechos humanos en todo el mundo. En ese sentido, pese a que el camino es largo para revertir los duros recortes en la cooperación tanto en Navarra como en España, nosotros estamos haciendo un esfuerzo superior al del conjunto de la política social y del gobierno, con un incremento presupuestario de la cooperación de un 58% en dos años, cuando el conjunto del departamento y del gobierno ha sido de un 24% y un 9,7% respectivamente”.
Georges Sabe ha mostrado su satisfacción por representar en este acto a su pueblo y a los Maristas Azules de Alepo. Tras hacer referencia al estallido de la guerra, ha señalado que decidieron quedarse en la ciudad para servir y ser solidarios en una ciudad en la que actualmente el 80 % de la población vive bajo el umbral de la pobreza. El reconocimiento del Gobierno de Navarra y el premio -ha dicho- les confirman en su misión de solidaridad, educación y desarrollo.
Un día antes de recibir el galardón, Georges Sabe habló sobre su experiencia a alumnos de Maristas y del IES Navarro Villoslada de Pamplona.
Nota de prensa:
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Galería de fotos
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Intervención de la Presidenta Barkos.
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Georges Sabe posa con los representantes institucionales.
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