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Terminadas las obras de restauración del retablo de la parroquia de San Antonio Abad, en Egiarreta (Arakil) viernes, 18 de marzo de 2011
El Gobierno de Navarra ha invertido más de dos millones de euros en los últimos diez años en la restauración de retablos
Puesto que constituye una destacada pieza de la retablística navarra, y tras haberse subsanado en 2009, con cargo al Gobierno de Navarra (13.652,85 euros), los problemas arquitectónicos que presentaba el edificio, a comienzos de verano de 2010 dieron comienzo los trabajos de conservación y restauración del retablo mayor de la parroquia de San Antonio Abad, valorados en 97.440.00 euros, a cargo de la empresa ARTELAN, S. L., ganadora del concurso para la adjudicación de este contrato.
También se han repintado los paramentos y bóvedas a cargo de la parroquia, con un presupuesto de 14.000 euros.
Esta tarde, a las 19:00 horas, tendrá lugar una Eucaristía, presidida por el Arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez González, con presencia de anteriores párrocos de Egiarreta. Y a las 20:00 horas, los historiadores y restauradores que han intervenido en la restauración –Alicia Ancho, Javier Latorre y María José Tarifa-, ofrecerán en la iglesia una explicación, ilustrada de la intervención realizada y sobre la historia y el valor del retablo.
El Gobierno de Navarra, ha realizado en los últimos 10 años diversas actuaciones de restauración de retablos en distintos puntos de la geografía de Navarra, no sólo para su conservación, sino también para su puesta en valor turístico cultural. Ha invertido en ello una cantidad que supera los dos millones de euros.
En concreto, se han realizado actuaciones en Tudela, Olite, Pamplona, Mendavia, Aoiz, Los Arcos, Cintruénigo, Intza, Ororbia, Barillas, Lumbier, Fitero, Lizarraga de Izaga, Artajona, Ujué, Corella, Arandigoyen, Artajo, Artica, Caparroso, Cortes, Etayo, Mélida, Torres del Río, Garde, Elizondo, Aibar, Berrioplano, San Adrián, Lesaka, Tafalla y Cadreita, Eguiarreta y Monteagudo.
Entre los trabajos que se han realizado en el retablo de Egiarreta, están la desinsectación, limpieza superficial, desmontaje parcial de las tallas, fijación de capas de policromía, consolidación química y mecánica del soporte, limpieza químico-mecánica de dorados y policromías, eliminando purpurinas, barnices oxidados, suciedad de tipo graso y ceras.
Igualmente se han estucado y reintegrado las lagunas de policromía existentes; se ha repuesto a su lugar de origen todas las tallas; se ha tratado el zócalo, que presentaba un regular estado causado por las diferentes remodelaciones realizadas por razones de culto; se ha aplicado protección final de todas las superficies para alargar la eficacia de la intervención y potenciar las cualidades de la obra, y se ha procedido finalmente a la redacción de la memoria, que recoge los tratamientos aplicados, los materiales empleados y las recomendaciones de conservación preventiva.
Características del retablo
Se trata de un retablo mixto de escultura y pintura, con tallas en los cuerpos primero y segundo, y pinturas sobre tabla en el tercero y ático. Entre las esculturas de bulto destacan la de San Antón, el grupo del Santo Entierro, Santa Ana con la Virgen y el Niño y Santa Catalina, en el primer cuerpo. El segundo presenta figuras de santos de pie, excepto el titular, San Pedro, que preside sentado en su cátedra y a cuyos lados están un obispo, San Miguel, San José -barrocos del siglo XVIII-, y San Pablo. El tercer cuerpo contiene las tablas pintadas dedicadas a la vida de San Pedro, y en el ático está el Calvario de talla entre santos emparejados de pincel.
El escultor Juan de Landa se muestra hábil en la composición, en el tratamiento de cabellos y barbas, muy expresivas en San Pedro, al mismo tiempo que logra transmitir dulzura y belleza en alguna de las esculturas femeninas, como Santa Catalina.
En cuanto al pintor, Ramón de Oscáriz, para el que este retablo constituye su primera obra documentada, se revela ya como un artista formado con estilo propio, que ha asimilado influencias tanto flamencas, visibles en el dramatismo que confiere a algunas escenas y en la tendencia a endurecer el gesto de los personajes o el paisaje, como italianas, en menor medida.
Este retablo ofrece un emplazamiento del sagrario poco frecuente, ya que se encuentra en una de las cajas laterales del primer cuerpo.
