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El Gobierno concede la Cruz de Carlos III el Noble a Antonio Azcona, Mª del Carmen Forcada, Sandalio Monreal y Leonardo Polo
lunes, 17 de marzo de 2008Con esta distinción, creada mediante Decreto Foral 104/1997, de 14 de abril, se les reconoce la labor en su contribución destacada al progreso social y al prestigio de la Comunidad Foral en el ámbito concreto de sus respectivas actividades.
En el caso de Antonio Azcona, el Gobierno de Navarra, a propuesta del consejero de Presidencia, Justicia e Interior, ha considerado oportuno otorgarle la citada distinción, considerando que ha ejercido hacia las personas privadas de libertad una generosa acción que supera la de sus obligaciones de capellán de la cárcel de Pamplona y ha prestado afecto, humanidad y cercanía a quienes más padecen la soledad, el desarraigo o el desánimo.
El Gobierno entiende que “gracias a su labor ejercida con humildad y perseverancia, ha logrado establecer una relación intensa de afectos y confianza con los internos que les ha servido de alivio esperanzador”. A todo ello hay que añadir que Antonio Azcona ha potenciado de forma pionera distintos programas de atención a los internos de la prisión, a través de acciones de voluntariado penitenciario y de implicación de personas y agrupaciones que visitan y comparten experiencias con los internos de la cárcel. En la parte expositiva del Decreto Foral, se reconoce que Antonio Azcona “ha expresado públicamente y en reiteradas ocasiones una llamada a las conciencias para que consideren los dramas humanos que albergan las cárceles actuales y los escasos logros alcanzados por medio de reinserción social de las personas.
Por otra parte, el Gobierno, a propuesta del consejero de Cultura y Turismo - Institución Príncipe de Viana, reconoce a María del Carmen Forcada González una intensa labor empresarial y creativa dedicada a la decoración y al interiorismo, así como acciones decisivas a favor de la cultura y de la promoción turística de Tudela y de Navarra. Asimismo, para el Gobierno de Navarra María Forcada, como empresaria e impulsora de proyectos de gestión integral, ha sido una mujer absolutamente pionera que desde la década de 1950 ha abierto camino a la integración de la mujer en el mundo laboral y a su acceso a puestos de máxima responsabilidad y decisión.
Abundando en las características de su personalidad, el Gobierno ve en María Forcada “una mujer cosmopolita, pero su espíritu denota un profundo amor a su tierra navarra, a su familia, a las creencias religiosas y a las tradiciones, que ha demostrado siempre con acciones generosas hacia sus convecinos, como la implantación de su galería de arte, que ha permitido la promoción de diversos creadores plásticos y ha acercado a los tudelanos obras artísticas de creadores de primer nivel”. “La más reciente muestra de generosidad y desprendimiento hacia la comunidad -se indica en el Decreto Foral- ha sido la donación al Ayuntamiento de Tudela, de la casa palacio del Almirante, que ha conllevado la constitución de la Fundación que lleva el nombre de María Forcada, para promover la extensión de la cultura y los lenguajes artísticos, y de desarrollo de actividades complementarias de la formación universitaria”.
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María Forcada Sandalio Monreal
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