Situado en Elizondo, en la casa Puriosenea, o "casa de los moros", magnífico ejemplar de arquitectura baztanesa del siglo XVI, acoge una muestra representativa de las tradiciones y modos de vida de este valle de fuerte personalidad histórica.

Tras una profunda remodelación, el museo incluye 60 valiosos cuadros de Javier Ciga, el pintor navarro que mejor supo reflejar la realidad del Valle de Baztán de la primera mitad del siglo XX.

En homenaje al escultor Jorge Oteiza, gran amante del valle e impulsor del museo, se exhibe en el exterior del edificio una escultura, "Maternidad", donada por el artista.

Respetando la división interior de la antigua vivienda, las salas de exposición se adecuan a los diferentes espacios ofreciendo al visitante un recorrido muy agradable por los distintos aspectos que han configurado la identidad de esta comarca.

En la planta baja se puede observar una colección de estelas funerarias, una recreación de dos bueyes con yugo arrastrando un carro, un auténtico comercio baztanés al más puro estilo rural; o recrearse con las profesiones tradicionales y sus herramientas (herreros, hilanderas o toneleros, entre otros).

En la primera planta se exponen piezas que ilustran temas relacionados con el juego de la pelota, el folclore, la indumentaria y la música. Así como la reconstrucción de una cocina y un dormitorio típicos baztaneses de comienzos del siglo XX, con su cama de hierro y su ajuar. Varias obras de Ciga, de carácter costumbrista, de gran formato, están colocadas de forma que ilustran los objetos expuestos.

La segunda planta acoge una exposición monográfica de Javier Ciga, realizando un itinerario por la biografía y la obra de este destacado pintor, que hunde sus raíces en el Romanticismo y en el Realismo.

Además,  el museo ha acondicionado una sala sobre monumentos megalíticos en Baztán, y muestra en el jardín uno de gran interés, el menhir de Soalar.